El fiscal jefe Antidroga, principal candidato a la plaza de Fungairiño

El fiscal jefe antidroga, Javier Zaragoza, ha pedido la plaza vacante dejada por el fiscal jefe Eduardo Fungairiño en la Audiencia Nacional, a la que se perfila como principal candidato frente a otros ocho fiscales que han solicitado el mismo cargo. Como fiscal de Sala del Supremo, Zaragoza ostenta la máxima categoría de la carrera fiscal, cualidad que no tiene ninguno de los demás candidatos, y lleva más de 18 años en la lucha contra el narcotráfico.

La vacante de la jefatura de la Audiencia Nacional dejada por la renuncia de Fungairiño ha sido solicitada hasta la fecha por los fiscales del Tribunal Supremo José Huete, Luis Bardají, Fernando Sequeros, Álvaro Redondo y Bartolomé Vargas, así como por los fiscales de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo, el fiscal más antiguo de la Audiencia pero al que se no se conceden demasiadas posibilidades, y Fernando Burgos, especializado en delitos económicos.

Según fuentes fiscales, a última hora del martes el fiscal jefe antidroga decidió pedir la vacante de la jefatura de la Audiencia Nacional, lo que le convierte de momento en el principal candidato, al ser el de más categoría y reunir el perfil descrito por el fiscal del Estado, Cándido Conde-Pumpido, en su comparecencia ante los medios informativos el 2 de febrero: "Un fiscal experimentado, excelente profesional, una persona con experiencia de dirección, de jefatura, que sintonice con los criterios del fiscal general del Estado, para que no exista la posibilidad de que se pueda producir ninguna disfunción", dijo entonces Conde-Pumpido.

Javier Zaragoza ha pasado la mayor parte de su trayectoria en la Fiscalía Antidroga, desde la que ha dirigido la acusación en macrojuicios contra los principales capos del narcotráfico. Partidario de sentar en el banquillo a los grandes traficantes en vez de perseguir el menudeo, ha ejercido personalmente la acusación contra los gallegos de la Operación Nécora, el clan de los Charlines, José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, o Laureano Oubiña.

También acusó a los guardias del caso Ucifa, la Unidad Antidroga de la Guardia Civil que organizaba envíos de alijos para detener a los correos.

Principal experto en blanqueo de capitales procedentes de la droga, Zaragoza tuvo a su cargo la Operación Hielo Verde contra las redes de conversión de beneficios procedentes del tráfico ilícito de narcóticos.

La policía desmontó recientemente una conspiración para asesinarle por tratarse de uno de los principales perseguidores de capos. El abogado y narcotraficante Pablo Vioque encargó su asesinato desde prisión, adonde le había enviado Zaragoza.