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Solans niega que haya racismo en el fútbol

El presidente del Zaragoza equipara los insultos a Eto'o con las burlas hacia la Virgen del Pilar

Pablo Ximénez de Sandoval

Alfonso Solans, presidente del Zaragoza, considera que no existe racismo en el deporte. En el fútbol, según este dirigente, se dan "manifestaciones de violencia verbal" en las que las aficiones tratan de poner nervioso al contrario. "El objeto del insulto no es el racismo, sino el insulto en sí", dijo Solans ayer ante la Comisión especial del Senado contra el racismo en el deporte.

"No lo tomen como que huyo de una realidad social", dijo Solans, "pero realmente el racismo y la xenofobia en el fútbol son una manifestación de violencia verbal". Al ser protagonista su afición de uno de los últimos incidentes racistas en el fútbol (los insultos a Eto'o en el campo de la Romareda), todas las explicaciones fueron pocas para desligar este episodio de su comparecencia ante el Senado. La solicitud de su comparecencia fue anterior a estos hechos.

"Es parte del espectáculo", argumentó Solans ante la comisión. "A mí me han insultado en un campo. Me dicen 'Solans, ..., tira de talón". En el caso de los insultos a los jugadores, "son formas de poner nervioso al rival, el público se mete con aquello que cree que va a poner más nervioso al rival", dijo Solans. "Seguro que los insultos a la Virgen del Pilar

[que se están poniendo de moda en los partidos contra el Zaragoza] no son por ningún sentimiento religioso ni porque tengan nada en contra de ella", dijo el presidente zaragocista, "es para poner nerviosos a los jugadores del Zaragoza".

Solans reconoció que existen "grupos ultras en todos los equipos". Sin embargo, considera que "utilizan el fútbol como podrían utilizar una manifestación para pegarse". En el caso de su club, "ni los necesitamos ni los fomentamos", dijo, "y queremos la colaboración de las Fuerzas de Seguridad del Estado para erradicarlos".

Solans fue preguntado por la propuesta que el día anterior, en la comisión, había planteado el árbitro Arturo Daudén Ibáñez, de sancionar con pérdida de puntos por incidentes violentos o racistas, en vez de sanciones económicas. Solans no restó importancia a las sanciones económicas, por ridículas que puedan parecer frente a los presupuestos de los clubes de Primera División, pero reconoció que "dolería mucho más que te quitaran un punto o dos, que al final es por lo que peleas".

Víctor Esquinas Torres, el árbitro del Zaragoza-Barça, donde el camerunés Samuel Eto'o recibió insultos racistas, por otro lado, explicó que el técnico azulgrana, Frank Rijkaard, le ayudó a solventar la situación y evitó la suspensión del partido. "Rijkaard entró en el campo porque se lo pedí yo. Si Eto'o hubiera abandonado el campo, y detrás Ronaldinho y detrás Márquez, que son los que me lo dijeron, yo no me hubiera quedado en el terreno de juego", dijo el colegiado en Radio Intercontinental.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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