Entierro de Milosevic
Salvo nueva sorpresa, Slobodan Milosevic, será, finalmente enterrado en Belgrado. Mientras arrecia la polémica sobre si la medicación que tomaba el ex dictador y principal artífice de las guerras yugoslavas, influyó en su muerte, el Gobierno de Kostunica ha decidido autorizar un salvoconducto para su mujer, perseguida por la justicia de su país. Ayer, el hijo Marko se hizo cargo del cadáver en La Haya. Su juicio, que no podía llevar a la pena de muerte por los propios estatutos del Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia, no había concluido. Pero, al menos, cabe decir que ha muerto en manos de la justicia internacional, en los días en que se cumplen tres años del asesinato de Zoran Djindjic, el primer ministro de la normalización que accedió a entregar Milosevic a La Haya. Ante el entierro de Milosevic, los serbios tendrán la ocasión de demostrar si han conseguido superar el pasado y son dignos de aspirar a entrar en la Unión Europea.
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