España envía a Mauritania a cuatro altos cargos para estudiar la crisis migratoria

Tras considerar "un poco exageradas" las estimaciones de que 500.000 emigrantes subsaharianos esperan en Mauritania para embarcarse hacia España, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunció ayer en el Senado "medidas específicas" para estudiar la situación. Una delegación formada por los secretarios de Estado de Seguridad, Interior, Trabajo y Exteriores viajará a Nuakchot para "identificar las vías adecuadas para reforzar la cooperación en materia migratoria". Los representantes del Gobierno ayudarán a Mauritania a "tener los métodos y mecanismos para responder" a la crisis.

Ante la Comisión de Exteriores del Senado, donde comparecía para informar de la política hacia África, Moratinos consideró que esta acumulación de personas en la costa africana es "un problema grave, pero que no debe llevarnos al alarmismo". También aseguró que la crisis se resolverá "a muy corto plazo" con las autoridades mauritanas, de las que dijo que actualmente tienen una "incapacidad" para atender este masivo flujo migratorio.

"Estamos gestionando lo que es una crisis evidente y previniendo lo que puede ser en el futuro nuevas posibilidades de intento de llegada a las costas canarias", dijo el ministro. Moratinos vinculó la presencia de medio millón de emigrantes en Mauritania con el éxito de las políticas de Marruecos para el control migratorio.

El Gobierno ha firmado acuerdos de inmigración y readmisión con países como Ghana, Malí, Nigeria, Marruecos, Argelia y Guinea-Bissau, destacó ayer Moratinos. "El objetivo es optimizar la inmigración legal y con garantías" a la vez que "combatir la ilegal mediante un incremento de la cooperación y de la acción concertada".

El senador popular Ignacio Cosidó acusó al Gobierno de reaccionar "a golpe de crisis migratoria". También consideró que España no está asumiendo el "papel de liderazgo" que, en su opinión, debería tener dentro de la política Europea hacia el continente africano. Moratinos respondió que su política tiene todo el respaldo de los socios europeos. A estas críticas se sumó el senador de Coalición Canaria José Mendoza, quien consideró que España "no ha mimado ni cuidado" una política concreta respecto a África.

El ministro dijo también que la política migratoria "debe ser prioritaria, pero no es el objetivo número uno de la política exterior". En su opinión, ese objetivo es la lucha contra la pobreza.