"En el campo hablo tanto como un locutor de radio"

Luis García (Oviedo, 1981) es delantero por la frustración de su padre, José Ramón, que abandonó el fútbol el día en que llegó a casa con un tobillo hinchado y su familia zanjó el asunto: "¡Te dejas de tonterías y a estudiar!". José Ramón, químico, aprendió la lección. Pero luego no sólo fue el entrenador de su hijo al principio, sino que se esmeró en que cumpliera su sueño de ser futbolista. Hoy, Bicho Palo -así le bautizó un aficionado del Getafe y así le llaman en el Espanyol- tratará de llegar a su primera final de la Copa del Rey.

Pregunta. ¿Practicaba algún otro deporte de pequeño?

Respuesta. Como mucho, el de levantarme pronto por la mañana el día del examen.

P. ¿Es el fútbol para los estudiosos?

R. Para los que saben jugar.

P. ¿Y usted sabe?

R. Lo intento. Trato de mejorar cosas, como jugar de espaldas a la portería, abrir el balón a las bandas, llegar desde la segunda línea, rematar, tirar faltas, penaltis... En el fútbol hay que ser polivalente y sacrificado. Pero, sobre todo, tengo que aprender el golpeo con la izquierda y con la cabeza. De los 33 goles que llevo entre la Liga, la Copa de la UEFA y la del Rey sólo uno ha sido con la testa y cinco con la zurda.

P. ¿Tienen un delantero tiempo de pensar antes de chutar?

R. Los buenos, sí. Y los mejores son aquéllos que más rápido piensan y mejor definen.

P. Para definir, usted prefiere el golpeo de rosca.

R. Sí. El golpeo con el interior es el que más domino. Los médicos y los amigos me dicen que tengo los adductores de plástico. El empeine sólo lo utilizo para pegarle fuerte, pero no me gusta.

P. Sí le gustaría el control tan espectacular que hizo el otro día frente al Celta.

R. Si lo hace Zidane o Ronaldo, sale en todos lados. Pero un jugador de un equipo menos grande se acostumbra a eso. Aunque si ellos están en el Barça o el Madrid es por méritos propios.

P. Si se llamara Luisinho...

R. Estoy orgulloso de mi nombre y de ser español.

P. ¿Habla sobre el césped?

R. Demasiado. Todos los domingos tengo una bronca porque no me arrugo ante nada ni nadie. O me dicen algo o lo suelto yo. Es un modo de entrar en el partido y desconcertar al otro. Pero también discuto con los compañeros, protesto al árbitro... En el campo hablo tanto como un locutor radio.

P. ¿No le parece raro haber sido fichado por una empresa inmobiliaria [Grup Tarradellas] en vez de por el Espanyol?

R. En Argentina eso es muy común. Le tengo mucho cariño a la persona [Sebastián Javier, consejero del Espanyol] que puso el dinero y la confianza en mí.

P. ¿Confía en ganar al Depor?

R. Al igual que ellos, vamos a salir a darlo todo porque nos jugamos la temporada. Confío en pasar la eliminatoria.