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Dos fuegos que rompen la estadística

Unas 120 personas vigilaban ayer los 40 kilómetros de perímetro del incendio de La Safor para evitar que rebrote el fuego tras arrasar 1.900 hectáreas. Mientras, medios aéreos y brigadas controlaban las llamas en Vilamarxant; donde el disparo de varios petardos tendrá como consecuencia la pérdida de 68 hectáreas más de terreno forestal. Son dos incendios que rompen las estadísticas que ha registrado en los últimos años la Consejería de Territorio y Vivienda, cuyo titular, Rafael Blasco, ha presumido de balances con un alto número de pequeños incendios sofocados antes de quemar pocas hectáreas y pocos siniestros de gran magnitud. Las casi 2.000 hectáreas de La Safor y Vilamarxant en un año que acaba de comenzar suponen ya más del doble de la superficie quemada en 2005 (unas 3.250 hectáreas). Además, la cifra dobla las 1.102,10 hectáreas que ardieron en 2004 o 2002, según el Ministerio de Medio Ambiente.

En los últimos años, en una clara tendencia a la disminución de la superficie perdida por incendio, es difícil encontrar un siniestro de la magnitud del ocurrido este pasado fin de semana. En 2005, en Simat de la Valldigna ardieron 700 hectáreas, y en la Serra Grossa casi 500. En 2003, otro gran incendio arrasó 1.700 hectáreas en Buñol y Chiva, mientras que en 2001 el fuego se cebó en Xert, donde destruyó más de 2.000 hectáreas. Ninguno de estos fuegos se produjo al inicio del año.

El Consell Valencià de Cultura manifestó ayer que los incendios "atentan contra una parte del patrimonio" y pidió que los intencionados se consideren crímenes contra la humanidad.

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