Un buen comienzo

Algunos escritores y lectores le dan mucha importancia a la primera frase de los libros. En las series de televisión, en cambio, no se valoran tanto. Hoy, por ejemplo, Canal + estrena El Triángulo de las Bermudas. La primera frase la pronuncia un marinero de la carabela Santa María, allá por el año 1492, en plena travesía del mar de los Sargazos. El marinero exclama: "¡Santa María Madre de Dios!". No se refiere a la carabela, sino que la expresión le sale del alma al cruzarse con un carguero del siglo XX. La serie exprime las hipótesis del misterioso triángulo para construir un thriller paranormal en el que, mezclando elementos dignos de la revista Muy interesante con otros propios de Poltergeist, tan importantes son la atmósfera investigadora como la guarnición peliculera. Amenazas electromagnéticas, fisuras que comunican zonas incompatibles del espacio y del tiempo, catastrofismo conspirativo, todo suma para mantener vivos misterios y especulaciones parecidos a los que suscita el Estudio General de Medios.

Las primeras frases, pues, no son de fiar. Luz de luna empezaba con un diálogo de lo más soso. Un hombre se prepara para salir a correr, le da un beso a su mujer, que sigue en la cama. Ella dice: "¿Jonathan?", y él responde: "Duerme". Nada hacía presagiar que la serie sería una joya. Otras veces se marca el tono desde el principio, como Frasier, que empezaba con el psicólogo diciéndole a un oyente: "Pero piensa un poco, Bob". Uno de los arranques más interesantes que recuerdo es el de El ala oeste de la Casa Blanca. Rob Lowe está en la barra de uno de esos elegantes bares de Washington, propensos a la conspiración política, y le dice al camarero: "Dos dry martini y un whisky con hielo". En la fórmula 1, en cambio, conviene empezar bien. Tele 5 estrenó ayer sus retransmisiones (lastrada por la ineptitud del realizador de origen) y repitió el diálogo entre Fernando Alonso y su escudero Antonio Lobato. "¿Qué piensas hacer en la salida?", le preguntó Lobato. Y Alonso fue fiel a la estrategia de los que tienen talento: "Improvisar".