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Reportaje:

El rey del acero

Lakshmi Mittal se ha convertido en la quinta fortuna del mundo gracias a la siderurgia

Lakshmi Mittal descansa sobre un patrimonio de 23.500 millones de dólares (19.718 millones de euros). Según la última clasificación de las mayores fortunas del mundo que cada año elabora la revista Forbes, es el quinto hombre más rico del planeta, tras Bill Gates, Warren Buffett, el magnate mexicano de la telefonía Carlos Slim y el sueco Ingvar Kamprad, fundador de Ikea.

Mientras en el mundo desarrollado la siderurgia emprendía la senda de la decadencia y Europa occidental y EE UU se embarcaban en unos dramáticos procesos de reestructuración, en las últimas dos décadas Mittal ha construido un imperio en desarrollo, que hoy ya abarca desde México hasta Ucrania, y pasa por Kazajistán o Suráfrica.

Lakshmi Mittal nació en 1950 en el seno de una familia pobre de Sadulpur, en Rajastán (India), y de casta no prestigiosa
En 2004 compró la casa más cara del mundo, una mansión de 130 millones de dólares (109,08 millones de euros) en Londres
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Duelo en la comunidad del acero

Mittal nació en 1950 en el seno de una familia pobre de Sadulpur, en Rajastán (India), y de casta no prestigiosa. La familia se trasladó a Calcuta, donde el patriarca, Mohan, fundó la compañía siderúrgica Ispat. Lakshmi se licenció en Administración de Empresas en el St. Xavier College de Calcuta y se incorporó al negocio paterno. Ispat, inicialmente establecido en Calcuta y en Bangalore, llegó a su techo cuando en los setenta el Gobierno indio impuso rígidas restricciones a la producción de acero. Fue entonces cuando Lakshmi vio claro que la expansión de la compañía pasaba por el salto internacional.

En 1976 inauguró una planta en Indonesia. A partir de entonces inició una carrera de adquisiciones sin descanso. En 1989 Mittal tomó el control de Iscott, compañía fundada por el Gobierno de Trinidad y Tobago cuyas cuentas estaban teñidas de rojo. Tan sólo un año después de la entrada de Mittal, Iscott volvió a ser rentable.

Trinidad y Tobago aceleró el ritmo de la expansión, y en los noventa plantó la marca Ispat en México, Canadá, Alemania, Irlanda y Kazajistán. En 1995, Lakshmi Mittal, que no ha perdido su nacionalidad india, se estableció en Londres tras romper con su padre y sus hermanos y quedarse con el negocio internacional de la siderúrgica familiar.

En 2004, Lakshmi Mittal ingresó en el Libro Guiness de los Récords por haber comprado la casa más cara del mundo, una mansión de 130 millones de dólares (109,08 millones de euros), en el exclusivo barrio londinense de Kensington. También pagó 60 millones de dólares (50,34 millones de euros) en 2004 por la celebración del matrimonio de su hija en el château francés Vaux le Vicomte, la boda más cara de la historia. Tales excesos, sin embargo, contrastan con el carácter reservado y un punto tímido del multimillonario. Acaso sea marca de la casa. No en vano, el fundador de la dinastía, Mohan Mittal, declaraba hace unos años a The Economist: "El día que te conviertes en una personaje de proyección pública es cuando empiezas a caer".

En 2002, Lakshmi Mittal se vio envuelto en un escándalo político a raíz de una donación realizada al Partido Laborista de Tony Blair. Según algunas interpretaciones, ello motivó una actuación de Blair ante el primer ministro rumano que pudo favorecer las operaciones de Mittal en dicho país del este europeo.

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