Rockeros y punkis de película

"Buscamos heavies, rockeros, punkis y rastas de 16 a 30 años para secuencias de un concierto", rezaba en la convocatoria. En realidad lo que se requería era captar a 1.000 figurantes que harán bulto en Isi Disi, alto voltaje, la segunda parte de la película protagonizada por Santiago Segura, más famoso por su personaje del casposo Torrente.

Esta nueva cinta estará dirigida por Miguel Ángel Lamata y Miguel Ángel Aijón, en tanto que los papeles principales recaen de nuevo en Santiago Segura y Florentino Fernández.

Una clase del centro cívico La Alhóndiga, de Getafe, se convirtió por unas horas en lugar de sueños y fantasía. La habitación, espartana y reducida, mostraba una pizarra de color verde, una marca en el suelo y una cámara digital sobre un trípode. Allí esperan Kiku, Frodo y Mariú, que trabajan para la Agencia 2001, organizadora del evento.

En una primera selección, celebrada hace tres semanas, se acercaron hasta el mismo centro unas 200 personas. Pero en esta segunda las cosas no pintaban igual: el objetivo era buscar a 400 jóvenes. Pero por la mañana sólo habían acudido 19 a la convocatoria.

La selección consiste únicamente en una foto de cuerpo entero de los aspirantes y que éstos rellenen una ficha con sus datos, el color de su pelo, de sus ojos, sus tallas y si quieren usar o no seudónimos. "Para figurantes especialistas sí se les dice que muestren sus habilidades, pero en este caso con una foto sirve", explica Frodo.

Pero las cosas no pintaban bien. Nadie había llegado a la convocatoria vespertina hasta las 18.30. En las oficinas de la agencia, en la calle del Doctor Castelo, saltaban las alarmas. La coordinadora de Figuración, Tatiana Sánchez, está en permanente contacto con sus compañeros de Getafe. Por fin llegan tres jóvenes: Hugo, Víctor y Joel, de entre 15 y 17 años, equipados con una litrona oculta en una bolsa de plástico. Para ellos, esto de participar en un proceso de selección y probablemente en el rodaje de una película no deja de ser "un juego y un motivo de diversión". Poco les importan los 30 euros que cobrarán por participar.

Después llegan Javier Noales y Miguel Garviá. Ya entraditos en años, son auténticos heavy metals: melena, chupa de cuero negro, tirantes colgando hasta por debajo de las rodillas y más cerca de los treinta años que de los veinte. Noales se dedica a personalizar la pintura exterior de los coches. "Ya he participado en el rodaje de El día de la bestia, con Santiago Segura, y me enrolla esto del cine". Garviá, que es informático, señala que su último concierto fue el de los Deep Purple, hace pocas semanas, en Leganés. Ninguno de los dos acude al casting por "las pelas", sino por el "buen rollo".

Más tarde llegaron José Luis, que se dedica a pintar aviones en la factoría de Airbus de Pinto; Alicia, que estudia segundo de enfermería, y Cintya, de 19 años, que estudia segundo curso de contrabajo en el conservatorio de Móstoles. En total, 35 personas acudieron a la selección a lo largo de todo el día.

Tatiana, desde las oficinas de la calle del Doctor Castelo, también trabajó lo suyo. Según llegaban las noticias desde Getafe, los teléfonos comenzaron a echar humo. "Tenemos una buena base de datos para elegir figurantes", afirmó la coordinadora.