"No hay elecciones"

El nuevo presidente del Madrid recorrió los 50 pasillos del Airbus que trajo al equipo desde Londres ayer de madrugada. Asiento por asiento, jugador por jugador, socio por socio, periodista por periodista. Eran las tres de la mañana de ayer y Fernando Martín parecía recobrado de la eliminación de la Liga de Campeones ante el Arsenal. No había perdido la energía con que se levantó a las siete del miércoles y se deslizaba entre pasajeros dormidos y somnolientos. Al que abría medio ojo le repetía su mensaje de optimismo: "Ahora tenemos que pensar en la Liga, en quedar lo mejor posible. Y antes del 30 de junio tendremos sentadas las bases de un proyecto deportivo impresionante". Anoche, en Antena 3, Martín insistió en lo mismo: "No habrá elecciones antes del verano. Sería una irresponsabilidad".

Contra la opinión de parte de la directiva que representa, Fernando Martín descartó la posibilidad de convocar elecciones -se fijarían en 33 días- a medio plazo. Su discurso no consideró esta posibilidad, pero sus compañeros al frente del Madrid no quieren dejar de debatir sobre la oportunidad de ir a las urnas. Lo harán la próxima semana, en una junta directiva que tendrá muy presente la evolución del equipo en Mestalla, mañana, en un partido que puede tener consecuencias políticas decisivas.

Nombrado sucesor por el dimisionario Florentino Pérez, hace diez días, Martín aprovechó el viaje de regreso de Highbury para hablar con firmeza de ejecutar con urgencia un proyecto "deportivo". Acentuó esta idea para distanciarse de los aspectos económicos y administrativos que marcaron la gestión de su antecesor. Lo hizo, además, porque las circunstancias lo exigen. Martín considera que su cometido al frente del Madrid es reconducirlo hacia las esencias futbolísticas perdidas. Basta contemplar la historia del club para comprobar que el equipo vive días extraordinariamente improductivos. Todo apunta a que el Madrid terminará la temporada sin haber ganado más trofeo que el Memorial Jesús Gil. Será la tercera campaña sin títulos, hecho que no se había producido en 53 años. Alfredo di Stéfano, que fichó por el club en 1953, se disponía entonces a escribir una historia inesperada.

Martín, que no quiere desaprovechar su estancia en el sillón presidencial sin solucionar la crisis, habló ayer de conseguir "títulos" a corto plazo y, según su criterio, ésta es una empresa que requiere actuar con demasiada urgencia como para detenerse durante tres meses en un proceso electoral. Ésta es también la teoría de los agentes e intermediarios que han trabajado para el Madrid durante los últimos años: aseguran que para mayo la mayoría de los jugadores y entrenadores disponibles ya estarán colocados.

Parte de la junta directiva del Madrid, sin embargo, no ve con buenos ojos la insistencia en omitir el debate electoral. Entre los directivos se extiende la convicción de que no hay que ser tajantes y sí que hay que valorar la posibilidad de celebrar elecciones. En la junta que se celebrará la semana que viene, los 18 dirigentes que rodean al presidente esperan entrar de lleno en este debate. Algunos confiesan que hay que esperar al resultado del partido contra el Valencia porque la convocatoria dependerá de la capacidad del equipo para luchar por el segundo puesto de la Liga. Si el Madrid pierde, más de un dirigente pedirá que se tomen medidas para ser "consecuentes" con la realidad y los cargos que ocupan. Un directivo consultado por este periódico sostiene que las elecciones son imprescindibles porque sin ellas el presidente no estará totalmente "legitimado" para adoptar las medidas que se propone.

En el Airbus, Martín destacó su intención de contratar un entrenador para la próxima temporada antes de fin de mes. Este técnico, que todavía no ha sido elegido, se ocuparía de confeccionar una lista de altas y bajas que no reparará en gastos. Martín se ha puesto manos a la obra y para ello viajó a Londres con sus consejeros deportivos: el vicepresidente Emilio Butragueño, el director de fútbol, Benito Floro, y su adjunto, Ramón Martínez.

"Este viaje", dijo el presidente; "me ha servido para conocer cómo funciona el club por dentro. El martes despaché con los directores generales hasta las 3.00 de la madrugada. Y el miércoles me levanté a las siete para seguir despachando".

Al cabo de la jornada, Fernando Martín había hablado de forma individual con cada uno de los componentes de la plantilla. La derrota ante el Arsenal no pareció desanimarlo sobre las ventajas del periplo. Su conclusión fue profunda en la medida en que su antecesor parecía refractario a quitarse méritos: "Nada se puede conseguir si no se saben reconocer los fracasos".