La guerra de Líbano 'vuelve' a Francia con los restos del sociólogo Michel Seurat
Los restos mortales del sociólogo Michel Seurat, secuestrado en 1984 y muerto en cautiverio, regresaron a Francia el pasado martes. Fueron encontrados, aparentemente por casualidad, enterrados en un barrio situado al sur de Beirut, a pocos metros del punto de la carretera del aeropuerto de la capital libanesa donde fue secuestrado el 22 de mayo de 1985, cuando acababa de aterrizar.
Seurat compartió cautiverio durante nueve meses con el periodista Jean-Paul Kauffmann. El 5 de marzo de 1986, la Yihad Islámica -un ocuro grupo de la galaxia de Hezbolá- anunció que había sido asesinado. Kauffmann siempre ha mantenido que Seurat falleció a causa de su enfermedad. Sufría un cáncer.
En realidad, Seurat y Kauffmann fueron secuestrados por orden del Gobierno de Teherán para servir de moneda de cambio por los agentes del régimen del ayatolá Jomeini que asesinaron en París a Shapur Bajtiar, que fuer primer ministro iraní tras la caída del sha y que se había exilado en la capital francesa, al igual que antes había hecho el propio ayatolá Jomeini. La familia de Seurat, al menos, ha podido enterrar sus restos. Faltan aún los de 17.000 personas, desaparecidas durante larga guerra del Líbano, el conflicto que abrió el camino a muchos fenómenos con los que ahora convivimos, como es el caso de los atentados suicidas.
Diálogo entre culturas
Seurat era un arabista investigador del Centro Nacional de Investigaciones Científicas y, ya entonces, cuando todavía el islamismo no era más que un adjetivo sin contenido específico, abogaba por establecer lazos entre las culturas. Era un especialista en las relaciones entre suníes y chiíes, traductor del poeta palestino Ghassan Kanafani y disponía de importante información sobre la represión siria en Líbano, que había denunciado en varias ocasiones.
Su esposa Marie, y sus dos hijas, que ahora tienen 22 y 24 años pero que no recuerdan a su padre, viajaron a Líbano para asistir a la breve ceremonia de despedida organizada por el Gobierno de Beirut. En París, el féretro de Seurat fue recibido por el primer ministro, Dominique de Villepin, que pronunció un discurso emocionado. "Acogemos el cuerpo de Michel Seurat en su patria, rodeado de su familia, sus amigos, de todos los que le quieren, le admiran y respetan, de todos los que fueron solidarios con su drama y nunca dejaron de actuar para que pudiera recibir en Francia una sepultura digna". También le esperaba su compañero de cautiverio.
El episodio reúne todos los elementos que conforman las conspiraciones. El cuerpo, cuya identidad ha sido confirmada por los análisis de ADN, fue encontrado el pasado 24 de octubre en el barrio beirutí de Bourj Barajneh, uno de los feudos de Hezbolá. Según la versión oficial por casualidad, cuando se abrió una zanja para cimentar un edificio. Nadie duda de que el partido proiraní está detrás de ello. ¿Por qué razón? ¿Está Teherán recordando a Francia las oscuras negociaciones que llevaron a la liberación de Kauffmann?, se preguntan los analistas franceses.
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