"Hay imágenes de auténticas salvajadas que no se pueden emitir"
A Jon Sistiaga (Irún, 1967) le cabe la responsabilidad de estrenar Cuatro - Cuatro, el programa en el que otros tantos periodistas se turnarán para conducir semanalmente formatos de diferentes géneros. Iñaki Gabilondo realizará una entrevista en profundidad, Carles Francino moderará un debate, Àngels Barceló presentará un magacín informativo y Sistiaga ejercerá de reportero. Especializado en conflictos e investigación, ha preparado durante más de cuatro meses Al Qaeda en la Red, documento al que ayer aún daba los últimos retoques.
Pregunta. ¿Qué propone a la audiencia Al Qaeda en la Red?
Respuesta. El espectador se va a quedar impresionado del nivel de sofisticación que tiene este terrorismo internacional yihadista, su nivel de agresividad, de elaboración doctrinaria para justificar su ideología y, sobre todo, del alcance de sus ideas entre los musulmanes más jóvenes y pobres.
P. Vamos, que lleva a pensar en dos mundos cada vez más irreconciliables.
R. Solucionar este asunto es una cuestión de muy buena voluntad de entendimiento por parte de ambos mundos. Las diferencias son abismales.
P. ¿Han descartado alguna imagen especialmente sensible?
R. Muchísimas. Hay auténticas salvajadas, imágenes que no se puede emitir, como primeros planos de degollamientos de rehenes occidentales.
P. La concesión al espectáculo es uno de los riesgos de este tipo de trabajos.
R. Aquí no hay espectáculo, sino espectacularidad, porque no estamos familiarizados con algunas imágenes o enfoques. Al Qaeda en la Red no se hace para satisfacer el morbo del espectador, sino para enseñar desde las propias tripas de Al Qaeda cómo se adoctrina a un terrorista para que acabe colocando una bomba en el metro de Londres o en el tren de Atocha.
P. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido a usted del material que ha recogido en estos cuatro meses largos de trabajo?
R. Ese desprecio absoluto a la vida, la propia y la de otros.
P. ¿En qué otros proyectos trabaja para Cuatro - Cuatro?
R. Trabajamos a largo plazo, porque es muy difícil casar un buen reportaje de investigación con un momento interesante de actualidad. Hay varios frentes abiertos: la polémica sobre la situación en la prisión de Guantánamo, una posible tregua de ETA, la importancia creciente en algunas zonas costeras de España de las mafias, que actúan como auténticas promotoras inmobiliarias, o que éste sea el país que, después de Estados Unidos, más cocaína incauta.
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