"Ronie ha vuelto a inventar un gol mágico"

"La verdad, ha sido un partidazo", proclamó Ronaldinho, nada más finalizar un partido que su presidente, Joan Laporta, calificó como "una gran eliminatoria y una verdadera final anticipada". Fue un duelo que otra vez, como si fuera tan fácil, el brasileño decidió por talento, calidad y sapiencia. El gaucho volvió a sortear a uno, a dos, a tres jugadores, y al pisar el área amagó lanzar a la izquierda del portero para convertir en fiesta un disparo abajo, a la derecha de Cech. Mientras Ronaldinho corría buscando una esquina del gol norte del Camp Nou, al otro lado del campo, Victor Valdés se giraba a la hinchada levantando los puños.

El portero, media hora después, convertía en palabras su alegría: "Tenemos suerte; Ronaldinho ha vuelto a inventarse otra jugada mágica, un gol mágico". "Estoy contento por haber podido ayudar al equipo", insistía con modestia el delantero brasileño. "No sé si hay alguna defensa capaz de frenarle", se planteaba Larsson, consciente de la suerte que tiene al poder disfrutar de su último año en la élite con el mejor jugador del mundo. "Está atravesando un momento de madurez enorme, como el equipo", resumía Edmilson, para quien la clave de la victoria estuvo en la experiencia del equipo al encarar el partido.

Poco dado a los elogios personales, Frank Rijkaard quiso hacer un punto y aparte con Ronaldinho. "Su gol ha sido decisivo y esta noche ha estado estupendo", defendió. Pero pronto retomó su retórica habitual: "Si Ronie ha destacado es porque el conjunto ha hecho un trabajo muy serio y ha jugado con madurez". Quiso también subrayar el fútbol que suelen practicar sus jugadores: "Nuestro público agradece una victoria pero siempre prefiere que sea con buen juego porque es la filosofía del Barça". El mexicano Rafa Márquez también elogió el juego del equipo: "Hemos realizado un fútbol muy maduro".

"Sólidos atrás, trabajamos en el medio del campo y esperamos a que la calidad de los hombres de delante hiciera el resto", resumió Deco, que dijo salir feliz del partido por una razón: "Puede que no fuera un partido para brillar y hacer las cosas bonitas, pero cuando si haces las cosas bien, disfrutas". También se lo pasó en grande Eto'o. "He visto jugar a un futbolista impresionante: Thiago Motta", convino el camerunés.

Aunque todo eran elogios, Rijkaard, acostumbrado a resumir los encuentros en una frase, sorprendió con una sentencia clarividente. No en vano, el holandés estaba tan satisfecho con la actitud de su equipo como por la táctica que habían empleado. "Cuanto mejor jugara el Barça, mejor podía jugar el Chelsea", defendió el holandés, refiriéndose a que las características del conjunto inglés eran opuestas a las azulgrana. Así, si su equipo era demasiado ofensivo, podía dejar desguarnecida la defensa y, consecuentemente, sufrir un contragolpe, como el año pasado en Stamford Bridge. De ser demasiado defensivo, pensó, el conjunto de Mourinho se hubiese lanzado al ataque sin piedad. "Han gestionado muy bien el resultado de la ida", admitió Mourinho después del encuentro.

Aunque apeló al trabajo y a la paciencia, Rijkaard no rehusó el papel de equipo favorito en la Champions. Más después de eliminar al Chelsea. "Estamos acostumbrados a que nos digan eso. Pero hay que ir paso a paso". Pero no siempre fueron buenos tiempos para el holandés; al inicio su continuidad, cuando el equipo no funcionaba, estaba en entredicho. "Ahora me siento igual que en la primera vuelta de la primera temporada. Lo único que pasa es que me gusta mucho ver la alegría que crea el equipo en los socios".

La alegría de los aficionados, que salieron a la calle a celebrar el pase a los cuartos de final de la Champions, contrastaba con la desolación de Messi, lesionado para unas tres semanas. Por eso, todo el plantel coincidió en señalar una dedicatoria: "Va por Leo, que hoy no ha podido disfrutarlo en el campo". La pulga ya resolvió en la ida.