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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones

El plan Wenger

Cèsc y Gilberto Silva confirman que su técnico mantiene la táctica de achicar el campo para que sólo Gravesen tenga la pelota

Diego Torres

No se sabe si Juan Ramón López Caro ha espiado al Arsenal bajo la pertinaz lluvia británica. El técnico del Arsenal, Arsène Wenger, sí ha espiado al Madrid en las frías noches del estadio Bernabéu. Y dice tenerlo todo bien pensado para recibirlo en Highbury. No ha habido nuevas consignas a sus jugadores. El plan no cambia. Lo asegura el medio centro del equipo londinense, el brasileño Gilberto Silva: "Nuestra táctica será la misma. Nuestro campo es más pequeño. Ayuda al defenderse, pero no encontraremos los mismos espacios para contragolpear. Eso no modifica nuestra idea. Saldremos a ganar. Jugaremos muy juntos, achicando el terreno hacia delante y hacia nuestra portería y evitando que Guti, Zidane, Ronaldo y Robinho reciban el balón con comodidad. Si se lo permitimos, estaremos muertos".

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En el duelo de mariscales que hoy volverán a librar, el francés Wenger cuenta con una ventaja estratégica sustancial sobre López Caro. Ha sido el artífice de una plantilla que ha modelado a su medida durante años. Es tan dueño de sus fracasos como de sus éxitos. En cambio, López Caro está en las antípodas. Siendo como es un hombre naturalmente inclinado a las lamentaciones y las rogativas, su sentimiento trágico se incrementa cuando mira alrededor y comprueba que en este Madrid no le pertenece ni el banquillo. Incluso habría fichado a otro equipo bien distinto del que tiene. Un equipo más equilibrado en el que seguramente habría un medio centro especialista. En esa posición el Madrid tiene a Gravesen, un danés que oficia de volante ofensivo reciclado. El Arsenal, por contra, disponía de dos medios centro: Vieira y Silva. Vieira, campeón mundial con Francia en 1998, dejó el club el verano pasado para fichar por el Juventus. Quedó Silva, campeón mundial con Brasil en 2002. Y hoy le acompañará Cèsc Fábregas, un español que se crió a la sombra de su ídolo, Guardiola, y que ya se postula como el sucesor de Xavi en la selección nacional.

"Cèsc va siempre al frente", dice Silva; "siempre busca el área contraria. Es un medio organizador que se perfila pensando en hacer daño cada vez que recibe la pelota. A pesar de tener sólo 18 años, demuestra una gran personalidad. Cuando gane más cuerpo y más experiencia, será uno de los mejores".

Por su posición, Silva, de 28 años, es el brazo derecho de Wenger en el rectángulo de juego. El de López Caro, de momento, no parece que sea Gravesen. El hombre es un idealista del reparto de golpes. Cuando supo que el Madrid debería jugar la eliminatoria con el Arsenal, se regocijó. En su experiencia en la Liga inglesa comprobó que los futbolistas de Highbury se arrugaban ante su agresividad. El problema es que en el Bernabéu no los tuvo nunca a tiro.

Guti, Zidane, Ronaldo y Robinho son los jugadores más desequilibrantes del Madrid para Gilberto Silva. El campeón mundial no tiene dudas al respecto. López Caro no se muestra tan seguro. Vacila cuando piensa en Zidane porque el francés arrastra un golpe en su muslo izquierdo y no se entrenó hasta ayer, duda del coraje de Robinho y desconfía de Ronaldo. Del que no duda es de Gravesen. Tal vez, porque no tenga dónde elegir.

Según el técnico sevillano, el danés es ese meteorito que necesita en el medio campo. Ya en sus días al frente de la dirección de fútbol, Arrigo Sacchi atestiguó sobre la solidez del jugador. Suficiente argumento para López Caro, un técnico obsesionado con la fuerza. "Es el más duro", decía el italiano tras tantear los trapecios de Gravesen.

En el Arsenal, Wenger está convencido de que lo que tienen que lograr sus centrocampistas es que en el Madrid el único que tenga el balón sea Gravesen. En este sentido, Cèsc piensa que, si consiguieron ahogar al Madrid en el Bernabéu, en Highbury les resultará más sencillo salir airosos.

"Nuestra fuerza es el grupo", concluye Gilberto Silva; "si nos mantenemos unidos, si colaboramos entre todos, les ganaremos. Queremos ganarles".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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