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LONDRES | El debate sobre el aparcamiento regulado

Entre 90 y 165 euros anuales

Al margen del peaje urbano que grava el acceso de los coches al centro de la ciudad, Londres aplica desde hace años, y sin ningún problema, un sistema de parquímetros muy similar al que suscita ahora tanta polémica en Madrid.

En casi todos los barrios de la ciudad hay zonas reservadas sólo para los vecinos (equivalentes a la zona verde en Madrid), que pueden aparcar en ellas previo pago de una cantidad relativamente asequible: según el distrito municipal, oscila desde los 90 euros anuales del modesto barrio de Towers Hamlet, a los 135 euros en Camden o los 165 euros anuales de Westminster, el centro administrativo y la zona más comercial y turística de la capital. En general, a partir de cierta hora (las seis de la tarde en unas calles, las diez de la noche en otras), el resto de vehículos también pueden aparcar en esas plazas vecinales.

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Parquímetros sí, pero con condiciones

Los vehículos comerciales han de pagar sumas cercanas a los 300 euros al año, pero no pueden dejar el coche aparcado: sólo pueden estacionar brevemente para carga y descarga.

Los residentes pueden adquirir billetes de aparcamiento para los visitantes, que sirven para periodos que oscilan entre la media hora y el día completo.

La cantidad de horas que puede adquirir cada vecino es limitada (en Camden, el máximo es de 120 horas al trimestre) y su precio oscila desde los 60 céntimos de euro por hora en las 40 primeras horas a 1,20 euros las 40 siguientes y 1,80 euros las 40 restantes.

Un vecino que consumiera todas las horas de aparcamiento de invitado a que tiene derecho acabaría pagando 575 euros al año.

Existen también parquímetros equivalentes a lo que en Madrid serían las zonas azules. Su precio oscila según el barrio y la calle. En los barrios más modestos cuesta entre 2 y 3 euros por dos horas de aparcamiento.

En las zonas comerciales de barrios sofisticados, como Hampstead, el precio se dispara hasta los 4,5 euros por hora, con un máximo de dos horas. Y en algunas zonas de Westminster asciende hasta 6 o 6,50 euros por hora.

En general, hay muy pocas plazas con parquímetro en comparación con las plazas reservadas a los vecinos, y el coche que no tiene permiso para aparcar en el barrio no puede hacerlo aunque pague el parquímetro. El objetivo de toda la política de aparcamientos es que la gente pueda tener coche pero lo use sólo para salir de la ciudad, no para circular dentro de ella.

Además, el peaje urbano de Londres cubre un área de 21 kilómetros cuadrados, que apenas supone el 1,3% de su superficie total. Pero se trata del cogollo de la ciudad, el centro comercial, los teatros del West End y casi toda la City. A partir de febrero de 2007 se extenderá hacia el oeste, a los barrios de clase alta de Kensington y Chelsea. Los 174 puntos de entrada y salida al perímetro disponen de cámaras que leen las matrículas de los coches.

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