Ensayos con fuego en Asturias

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y su coordinador general de Infraestructuras, Manuel Melis, son conscientes de que el mayor reto de construir un doble túnel de más de cuatro kilómetros no es conseguir inaugurarlo, sino que sea y parezca seguro. Por eso, Melis se esfuerza en subrayar que todo el proceso de construcción está siendo supervisado por el cuerpo de bomberos, y que las medidas de seguridad son "máximas".

Los dos túneles estarán conectados entre sí cada 200 metros por galerías peatonales, y cada 600 metros por vías de evacuación de vehículos; habrá, además, seis salidas a la superficie. Bajo la calzada por la que irán los coches discurrirá otra preparada para albergar ambulancias, coches de bomberos o de policía si fuese necesario. Y ambas calzadas estarán conectadas cada 100 metros. "Petición expresa de los bomberos", insiste Melis.

El sistema de extinción de incendios, con "agua nebulizada a alta presión, que enfría de inmediato el calor", lo está probando el Ayuntamiento en el Centro de Investigación de Fuegos del túnel de San Pedro de Anes, en Siero (Asturias), inagurado el pasado año.

Allí, bomberos e ingenieros llevan meses quemando coches y camiones para comprobar que los mecanismos de extinción, ventilación y evacuación que tendrá el túnel sur de la M-30 funcionan al milímetro.