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Reportaje:

¿Dónde está mi parcela?

Guadarrama dejó por error a una familia sin parte de su solar al redactar su plan general

Esther Sánchez

Un error municipal en la elaboración de las normas subsidiarias del pueblo de Guadarrama de 1985 dejó a la familia Muñoz Álvarez sin 300 metros cuadrados de una parcela de 650. El Ayuntamiento trazó una calle -todavía sin construir- por el medio del jardín de la finca. Los propietarios de la parcela advirtieron lo sucedido al solicitar licencia para abrir una terraza en el restaurante que regentaban en la finca. Era el año 1990. Desde entonces luchan para que el Ayuntamiento les devuelva los metros sustraídos.

Los dueños de la parcela recurrieron en primer lugar a instancias municipales. Ante la falta de respuesta del Ayuntamiento, enviaran sus quejas al Gobierno regional y al Defensor del Pueblo. "En vano", se lamenta José Luis Muñoz, uno de los propietarios de la parcela, situada en la calle de Monteleón, 3. "Estamos desesperados, ya no sabemos qué más se puede hacer. Nos han quitado parte de la finca sin tener nada que ver. Y lo peor, es que parece imposible que nos lo devuelvan", explica. "Además, el vial, en caso de abrirse, no iría a ninguna parte", afirma.

La familia asegura que los intentos de arreglarlo se han quedado en chapuzas

El alcalde de la localidad, Ignacio Fernández Rubio, del PP, se muestra más optimista y sostiene que en breve se llegará a una solución. El Ayuntamiento aprobó en el último pleno de forma provisional una modificación puntual de las normas para subsanar el error, que se encuentra en periodo de información pública. La Comunidad de Madrid será quien dé el visto bueno final.

Pero José Luis ya no confía en las promesas municipales. "Han intentado arreglarlo en varias ocasiones con modificaciones puntuales, y lo único que han hecho han sido chapuzas", afirma. El error se produjo cuando Guadarrama modificó su ordenamiento urbanístico en 1985. En ese momento el Ayuntamiento no tuvo en cuenta que el 24 de noviembre de 1964 había llevado a cabo una permuta de terrenos con el abuelo de los actuales propietarios.

José Luis relata: "Hace muchos años pasaba un camino por ahí, pero mi abuelo cambió una parcela al municipio por ese trozo de finca, de tal forma que pasó a ser edificable. Los técnicos municipales, que elaboraron las normas, no advirtieron la modificación, y ahí empezaron nuestros problemas". En 1990 llegó la sorpresa, cuando los dueños de la finca pidieron una autorización al Ayuntamiento para ampliar con una terraza el restaurante que habían abierto. La contestación les dejó sin habla: "Nos comunicaron que era imposible concedernos licencia, porque los terrenos que siempre habíamos considerados nuestros y urbanos, aparecían en los papeles oficiales como rústicos".

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La batalla de los Muñoz comienza a partir de ese momento. Continuas reclamaciones a los diferentes alcaldes que han ido ocupando el sillón, cartas al Defensor del Pueblo, llamadas y visitas a la Comunidad... Incluso, el Ayuntamiento reconoció en 2001 por escrito: "Obviamente se trata de un error de representación gráfica, debida a insuficiencia de información por parte del equipo redactor, que una vez detectado debe ser corregido según el acuerdo tomado en su día".

El Ayuntamiento propuso entonces que se rectificara el plano de alineaciones y se llevara a cabo la delimitación exacta del suelo urbanizable colindante.

"Todo inútil", prosigue José Luis. "Transcurridos 15 años seguimos contemplando impotentes cómo la situación continúa igual". La familia duda de que exista una voluntad política para arreglar el entuerto, que les está causando importantes problemas. Sin embargo, el alcalde sostiene que no existe ningún interés municipal en que pase una calle por esa parcela. "Pero quitar esa vía no es una cuestión sencilla", admite.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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