Siete heridos en una avalancha humana en una frontera de Ceuta

Siete heridos, cinco de ellos policías nacionales y dos porteadores marroquíes, es el balance del último incidente ocurrido en el puente del Biutz, en Ceuta, un paso fronterizo abierto el pasado verano por las autoridades españolas y marroquíes exclusivamente para el traslado de mercancía. Los tapones y avalanchas humanas son diarias, según denuncian los sindicatos policiales. La última ocurrió el jueves a mediodía, cuando unas 3.000 personas esperaban para trasladar sus bultos con mercancía hasta Marruecos.

Se estima que este paso puede ser utilizado por cinco o seis mil personas a diario que realizan varios pases de mercancía de hasta 250 kilos de peso. El volumen de estos bultos provoca los tapones y colapsos que derivan en incidentes y enfrentamientos entre porteadores y agentes.

Según agentes que se encontraban de servicio en la zona, las autoridades marroquíes decidieron en torno a las 12.30 cerrar su verja para impedir el paso (en teoría el puente está abierto hasta la una de la tarde por acuerdo tácito entre los dos países). En ese momento, un grupo de porteadores permanecía aún en el interior del puente, que es muy estrecho y está dividido en corredores separados para mujeres y hombres a los que se accede por un sistema de tornos.

Colapso en el puente

El tamaño y las dimensiones de los bultos que trasladaban les impedían dar la vuelta hacia la zona española, pero una masa de miles de personas les empujaba y no les permitía retroceder. Se formó un gran tapón que colapsó no sólo el puente, sino toda la actividad en el polígono comercial cercano, lo que obligó a intervenir al Cuerpo Nacional de Policía, cinco de cuyos agentes quedaron aprisionados en el tumulto.

Ha sido el incidente más grave que se ha producido en el Biutz desde principios de año, aunque no el único. Para el Sindicato Unificado de Policía, la situación es peligrosa, ya que este paso está construido a pocos metros de la frontera del Tarajal.

La economía ceutí sigue teniendo en su vecino de Marruecos su principal fuente de negocio, debido en gran parte al atípico comercio que surge entre ambos lados de la frontera. Precisamente, la apertura del Biutz tenía como objetivo el ejercer al menos un mínimo control sobre la mercancía que desde Ceuta se traslada a Marruecos y descongestionar el paso fronterizo oficial, el Tarajal. Es un comercio irregular, ya que en la frontera española no hay aduana comercial.

La situación ha degenerado tanto que incluso los empresarios que tienen almacenes en los polígonos comerciales del Tarajal, en las inmediaciones de la frontera, han sugerido a las autoridades españolas que lo cierren al tránsito. Y eso a pesar de que sus negocios de venta al por mayor han subido un 50% las ventas en los últimos meses. De momento, la Delegación del Gobierno no descarta un cierre si se siguen repitiendo los incidentes.