El PP achaca la deuda al Gobierno y la oposición ve Valencia en bancarrota

El PP achacó ayer la deuda de Valencia, en el 112,7%, a las inversiones municipales en la Copa del América, que a su juicio debiera asumir el Gobierno. Socialistas y EU-L'Entesa acusaron al equipo de Rita Barberá de falsear las cuentas y "guardar facturas en el cajón" para no admitir "la bancarrota". En un pleno tenso, el PP se sumó a la izquierda en la condena del artículo de Aleluya, con una felicitación en solitario al arzobispado por su reacción.

Durante el debate de la liquidación del presupuesto de 2005, tanto el concejal socialista Juan Ferrer como la edil de EU-L'Entesa María Victoria González denunciaron que las cuentas "se falsean" y dan un ahorro neto positivo porque "se guardan facturas en el cajón" para diferir su pago en el tiempo. "Les guste o no, este Ayuntamiento está en bancarrota", aseguró Ferrer. "Un plan de saneamiento sería lo mejor", aseveró González. El responsable de Presupuestos, Silvestre Senent, les recordó que Hacienda hasta ahora no ha dado al PP "ningún tirón de orejas". Para explicar el alto endeudamiento, por el que ahora sí deberá pedir permiso al ministerio para nuevos préstamos, Senent echó balones fuera. Acusó al Gobierno de no invertir en Valencia de cara a la Copa del América y de obligar así al Ayuntamiento a elevar su deuda para hacer obras.

El debate por unas permutas que afectan a parcelas escolares eliminadas mantuvo caldeado el ambiente, que alcanzó la temperatura de precampaña electoral con la moción socialista para condenar el artículo de Aleluya -hoja parroquial publicada por el arzobispado- que describe a la mujer "como provocadora de la violencia de la que es víctima" y atribuye el delito "a la debilidad del agresor". El portavoz del PSPV-PSOE, Rafael Rubio, pidió el rechazo "más rotundo" al artículo y que se traslade la resolución al arzobispo, Agustín García-Gasco. Reconoció que la Iglesia mostró su repulsa, aunque lamentó que fuera tres días después de saltar la polémica. El teniente de alcalde, Alfonso Grau, no quiso aprobar la moción sin añadir una felicitación a García-Gasco "por las inmediatas medidas tomadas" contra el autor del texto. Rubio, con el apoyo de EU-L'Entesa, replicó que no procedía "felicitar al arzobispado por hacer lo que debía". El PP lo hará en solitario.

Los populares también remarcaron la distancia con la izquierda en dos iniciativas del portavoz de EU-L'Entesa, Antonio Montalbán, quien solicitó sin éxito su apoyo para señalizar la fosa común de víctimas republicanas del final de la guerra civil y del franquismo en el cementerio general, y la conmemoración del 70 aniversario de la "capitalidad republicana de Valencia". La discusión en torno a las víctimas de la guerra agitó los ánimos en un pleno sin espacio para la sentencia del Tribunal Supremo que ha declarado ilegales las obras de ampliación del estadio de Mestalla permitidas por el Ayuntamiento.

La Federación de Asociaciones de Vecinos, que ha ganado el caso, considera que el fallo no puede darse por zanjado porque coincida con los planes de trasladar el estadio. Su presidenta, María José Broseta, explicó ayer que espera que Ayuntamiento y la Generalitat den pasos para abordar el asunto. Los vecinos no quieren "privar a la afición del Valencia" de su campo ni ser indemnizados, pero sí un camino para la restitución de la legalidad urbanística. "Somos serios y no vamos a pedir que el estadio se tire abajo", dijo Broseta. Al menos no inmediatamente. Los vecinos insistieron en que hay que "sentarse a hablar" porque no deben pasar años sin cumplir la sentencia.