California aplaza una ejecución por la negativa de dos médicos a participar
Los responsables de la prisión de San Quintín, en California, tuvieron que suspender ayer la ejecución de un condenado a muerte porque dos anestesistas se negaron a supervisar el proceso. Ambos alegaron motivos éticos para desobedecer a las autoridades, que habían ordenado su presencia en la sala de ejecución para minimizar el sufrimiento del reo Michael Morales, condenado por violar y asesinar a una adolescente en 1981.
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