Un sacerdote de Granada se querellará por injurias contra el arzobispo

La juez del Juzgado de Primera Instancia número 5 de la capital granadina no ha estimado el recurso interpuesto por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, en el que éste pedía dirimir en los tribunales eclesiásticos un pleito por injurias y calumnias contra él emprendido por un canónigo de Granada. La juez dirimió así el acto de conciliación que tuvo lugar ayer, sin avenencia, y al que acudieron sólo los representantes legales de los protagonistas.

El arzobispo de Granada estaba citado ayer en el Juzgado de Primera Instancia número 5 para celebrar la demanda de conciliación presentada por el sacerdote, Javier Martínez Medina. Ninguno de los dos acudió. Y tampoco se produjo la pretendida conciliación. Segun fuentes del caso el abogado del arzobispo ha negado la retractación de las imputaciones que realizaba en el escrito de demanda. Ahora, será el sacerdote, que desde la pasada semana no es canónigo, el que deberá decidir si continúa con el proceso judicial bien por la vía civil, si se trata de protección al honor, o bien por la penal, si se estima es un caso de calumnias e injurias.

Esta decisión, comunicada por el abogado del demandante, abre un nuevo camino para los sacerdotes y eclesiásticos de toda España que, hasta ahora, no acudían a la vía civil al entender que no les amparaba. En cualquier caso, el sacerdote, ex canónigo y profesor de la Facultad de Teología, también ha acudido a esa justicia eclesiástica. El abogado del sacerdote ha aclarado que las acciones civiles y penales que emprenderá a partir de ahora pueden ir encaminadas entorno al delito de "moobing" o acoso laboral.

El origen del caso se remonta al pasado mes de diciembre cuando el canónigo pidió al arzobispo que se retratara de las acusaciones realizadas en una carta sobre una supuesta apropiación indebida de los derechos de propiedad intelectual de un libro sobre la Catedral encargado por el anterior arzobispo, Antonio Cañizares, cuya publicación paralizó el demandado hace un año.

Segun informó ayer la Cadena Ser, un documento oficial firmado por el arzobispo deja clara la animadversión del prelado granadino hacia el sacerdote Javier Martínez Medina, por su vinculación con CajaSur, entidad cordobesa con la que monseñor Martínez Fernández no mantenía buenas relaciones.

Incluso antes de tomar posesión como arzobispo de Granada, el prelado ya obligó al también profesor de Teología a suspender la presentación de una revista de Semana Santa porque era un homenaje a su predecesor, Antonio Cañizares, y porque estaba financiada por CajaSur.

Tras la presentación de la demanda, el arzobispo ha destituido al demandante como canónigo de la Catedral y se le ha paralizado el ascenso de profesor a catedrático de la Facultad de Teología, de la que es profesor. En ámbitos eclesiásticos se ha interpretado esto como una clara represalia por su llevar el caso a los tribunales civiles.

Fuentes cercanas al caso reconocen que, desde antes de su toma de posesión, monseñor Martínez Fernández emprendió una auténtica persecución hacia el cura y profesor por coordinar la revista de CajaSur mencionada; y por coordinar el libro de la Catedral, financiado por la misma entidad de ahorro.