La Caixa vende su filial francesa a Société Générale y pacta la creación de un nuevo grupo de banca directa

La aventura en solitario de La Caixa en Francia, donde hace cuatro años desafió y ganó al sector financiero del país vecino con sus cuentas corrientes remuneradas, terminó ayer con un acuerdo con Société Générale por el que la caja vende al grupo bancario galo su filial CaixaBank France, valorada en 234 millones de euros.

Sin embargo, la aventura continúa, aunque con socio francés. El acuerdo cerrado ayer prevé que Société Générale fusione su filial Boursorama (especializada en el negocio de ahorro online y en la información financiera por Internet, con una capitalización de 600 millones) con CaixaBank France, que tiene una red de 55 oficinas y un modelo cada vez más orientado a la banca personal para las familias de renta media-alta. El objetivo es crear una entidad "líder en banca directa en Francia".

"El acuerdo con Société Générale ha sido un buen punto de encuentro, por nuestros negocios complementarios", afirmaron fuentes de la caja. Con los bajos tipos de interés y una fuerte competencia, la victoria de las cuentas corrientes remuneradas al 2% ante la justicia europea no se convirtió en la esperada y potente arma competitiva. "La rentabilidad, la velocidad y la viabilidad de nuestro proyecto en Francia, pese al enorme esfuerzo, han sido más lentas de lo que queremos", admitieron las mismas fuentes. Y ello pese a que hace dos años CaixaBank salió de números rojos, ganó 8 millones de euros en 2005, ha amarrado ya a 71.400 clientes y gestiona unos recursos de 2.418 millones.

La entidad resultante del acuerdo, Boursorama Banque, estará controlada en un 57% por Société Générale y en un 19,9% por La Caixa, que percibirá además 109 millones de euros en efectivo. La caja se compromete a permanecer tres años en el capital y ha condicionado el pacto a que sus 400 empleados no se queden en la calle aunque el socio francés decida prescindir de parte de sus oficinas.