_
_
_
_
Perfil | Flavia Rodríguez Ponga

La pianista de la Mutua

La directora general de la Mutua Madrileña se lamenta de que no tiene tiempo suficiente para disfrutar de su mayor hobby: el piano. Sin embargo, de un tiempo a esta parte ha demostrado tener un gran dominio de la armonía con nuevas composiciones, algunas de las cuales interpreta incluso a cuatro o seis manos.

Es responsable de una de las tres direcciones de la mayor aseguradora automovilística española que publicará en breve los mejores resultados de su historia y cuyo presidente, Ramírez Pomata, acaba de presentar un nuevo organigrama de funciones y mandos, con una dirección tricéfala.

Pero no acaban ahí sus interpretaciones con acompañamiento. Mutua Madrileña adquirió recientemente la aseguradora médica Aresa, al frente de la cual acaba de colocarse Rodríguez Ponga como consejera delegada, compartiendo también el mando en este caso con Juan Ignacio Guerrero. Una cohabitación que no supone ningún problema gracias a la complementariedad de ambos. "La relación es perfecta. Yo no entiendo la gestión sin él, ni él sin mí". Guerrero se encarga del día a día y Rodríguez Ponga de las sinergias y la relación con el grupo, pero donde parece que hará más hincapié es en la expansión de Aresa, con la que está dispuesta a cubrir todo el territorio nacional con una "medicina de primera". Pero su mayor sinfonía y de la que se muestra especialmente orgullosa fue la tramitación parlamentaria de la Ley 30/95, cuyas disposiciones adicionales modificaban nada menos que 13 leyes distintas y en la que Rodríguez Ponga mantenía la batuta de la subdirección general de seguros a las órdenes de Solbes.

Economista de formación, es inspectora de Hacienda y de Seguros del Estado, lo que le permitía una entrada lógica en el departamento de auditoría interna de Mutua Madrileña, a la que se incorporó en 2004.

Lectora voraz, tiene que conformarse sin embargo, durante el día, con los informes de su trabajo y, de noche, con los libros de sus tres hijos, en torno a la adolescencia, a los que procura dedicar el mayor tiempo posible, incluidas las visitas a los restaurantes de comida rápida, donde pone en peligro su línea. Y de los que estaría encantada que entrasen a trabajar en una compañía como la suya, con tantas ventajas sociolaborales.

No se considera una superwoman, ni haber sido objeto de discriminaciones positivas o negativas. Cree que se lo debe todo al haber trabajado mucho durante toda su vida.

SCIAMMARELLA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_