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Análisis:COYUNTURA NACIONAL
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El IPC de enero

Los calendarios vigentes de las estadísticas del INE y del Banco de España hacen coincidir las publicaciones del IPC y de la balanza de pagos en la misma semana. Es como si el azar tratara de hacernos pasar los malos tragos de una vez, pues estas dos variables vienen a constituir los puntos negros del panorama económico español, que por otra parte no es malo. Ahí está, por ejemplo, el avance del crecimiento del PIB en el cuarto trimestre, un 3,5% interanual, casi dos puntos más que la media de la zona del euro. Por cierto, no se explica bien que los datos de la balanza de pagos aparezcan con tanto retraso, dos meses y medio desde que termina el mes de referencia, cuando en otros países de nuestro entorno se publican casi un mes antes.

Los modelos apuntan a que la inflación subyacente continúe al alza hasta finales del verano

El déficit por cuenta corriente aumentó en noviembre un 34% respecto al mismo periodo del año anterior y el acumulado en los once primeros meses de 2005, un 59%. Haciendo una estimación para diciembre, el déficit para el conjunto del año ascenderá a una cifra equivalente al 7,5% del PIB, frente al 5,3% en 2004. La subida de la factura energética explica poco más de un tercio de este aumento, y el resto se lo reparten la mala evolución de las exportaciones de bienes y servicios y los fuertes aumentos de las transferencias de los inmigrantes al exterior y del servicio de una creciente deuda externa.

El IPC cumplió los malos augurios y la inflación anual aumentó desde el 3,7% en diciembre al 4,2% en enero. Y eso que ha habido un poco de suerte, pues la guerra del tabaco provocó una bajada de estos precios que restó casi una décima a la inflación total. Esta bajada fue, en todo caso, temporal y en los meses de febrero y marzo veremos nuevas subidas que al final nos dejarán una décima más de inflación para el resto del año. Guerras aparte, la subida de cinco décimas de la inflación anual en enero se debió prácticamente en su totalidad a los productos energéticos: la electricidad y el gas aportaron una décima cada uno y el resto lo pusieron los carburantes y otros combustibles. También se comportaron mal los bienes industriales no energéticos, cuya tasa anual aumentó dos décimas, aunque ello fue compensado por la bajada de la inflación de los servicios y de los alimentos elaborados, entre los que se incluye el tabaco. En conjunto, la inflación subyacente apenas varió, aunque excluyendo el tabaco hubiera aumentado una décima larga. Esto quiere decir que continúa la tendencia al alza del indicador más representativo de la inflación, lo que se explica por los efectos indirectos, o de segunda ronda, del encarecimiento de la energía a lo largo del pasado año, que aún continuarán durante buena parte del actual.

Estos efectos de segunda ronda, a los que hay que sumar la aceleración de los costes laborales por el efecto de las cláusulas de salvaguardia de los convenios colectivos, nos hacen pensar que la reducción de la inflación va a ser lenta. Los modelos apuntan a que la inflación subyacente continúe moderadamente al alza hasta finales del verano (gráfico derecho), si bien la progresiva disminución de la inflación de los productos energéticos (bajo el supuesto de que el precio del petróleo se mantenga en torno a su nivel actual) hará que la inflación total inicie un descenso hasta tasas del orden del 3% en el último cuatrimestre del año (gráfico izquierdo). La inflación media anual se situaría en el 3,5%, frente al 2% en la zona del euro. Claro que los modelos no saben que el Gobierno está pergeñando un plan...

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

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