Conservatorios y escuelas de Arte Dramático piden el rango universitario

El presidente de la Asociación Española de Centros Superiores de Enseñanzas Artísticas (Acesea), Miguel del Barco, pidió ayer en Córdoba que los conservatorios y escuelas de Arte Dramático tengan rango y autonomía universitaria. La Acesea celebra desde ayer en la ciudad andaluza su asamblea general, que se cerrará durante el mediodía de hoy.

Entre las peticiones que harán a las administraciones está una que llevan reivindicando desde que se crearon, a principios de los setenta, las facultades de Bellas Artes. Los conservatorios y escuelas de arte "perdieron entonces el tren", según del Barco.Las titulaciones que se imparten en los centros de este tipo están reconocidas por la ley como licenciaturas universitarias. Sin embargo, según del Barco, están regidas por el sistema de Enseñanza Secundaria.

La Acesea pide que se conviertan o bien en facultades o en "universidad de las artes". En cualquier caso, reclaman una formulación para que se transformen en "escuelas con cualquier rango universitario". Entre los inconvenientes que el actual sistema les impone está que las titulaciones expedidas por conservatorios y escuelas de Arte Dramático en España "no se pueden homologar con el resto de Europa". Además, según del Barco, los centros no tienen ahora "autonomía para elaborar sus programaciones y no pueden firmar convenios de colaboración con otros centros".

Del Barco explicó ayer que, actualmente, dependen de las distintas consejerías de las Administraciones autonómicas. Sin embargo, sostuvo que corresponde al Gobierno central cambiar su actual estatus "que las marginan", ya que sus alumnos no pueden acceder a becas universitarias, ni a cursos de posgrado.

En resumen, lo que pide la Acesea es que se creen centros cuyas titulaciones "estén homologados con las europeas, lo que implicaría que tuvieran autonomía de gestión". Esta reivindicación, en opinión de Del Barco, está reconocida en la Declaración de Bolonia. El documento, firmado por los ministros de Educación de la Unión Europea en 1999, persigue que las titulaciones de la UE lleguen a ser homologables.