El 19% de los inmigrantes vive en menos de 10 metros cuadrados
Casi la mitad alquila habitaciones con derecho a baño por 200 euros
Los inmigrantes ocupan unas 653.000 viviendas en España, casi el 50% en régimen de subarriendo -habitación con derecho a cocina y baño- y un 19%, hacinado en menos de 10 metros cuadrados. Son conclusiones del estudio Inmigración y vivienda en España, presentado ayer por la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí. Los altos precios y la xenofobia son los principales obstáculos.
"Se alquila piso completamente amueblado para todo el año en Oropesa del Mar (Castellón). Cuarto sin ascensor; tres habitaciones; comedor con terraza; 1 baño completo. Abstenerse inmigrantes".
Es un anuncio extraído ayer de la web de una inmobiliaria. Una de las conclusiones del informe Inmigración y vivienda en España, presentado ayer en Madrid, es que la xenofobia es una de las barreras que dificultan el acceso de los inmigrantes a la vivienda en España. Tampoco ayudan los altos precios o la falta de papeles. "En general, existe prevención ante el inmigrante y hay un alto porcentaje de ellos que ha sufrido rechazo, sobre todo los africanos. Cuando vienen de países islámicos, la prevención se acentúa", explicó ayer uno de los responsables del estudio, Carlos Pereda.
Superadas esas dificultades, el inmigrante accede, en casi un 50% de las ocasiones, a una habitación con derecho a cocina y baño por la que paga algo más de 200 euros. Como media, en cada vivienda subarrendada conviven tres hogares -una sola persona, una pareja o una pareja con hijos-. Más del 60% de los inmigrantes comparte habitación y un 19% vive en situaciones de hacinamiento, con menos de diez metros cuadrados por persona. En el caso de la población autóctona, el porcentaje es cinco veces menor.
Camas calientes
El informe, para el cual se realizaron más de 900 encuestas a inmigrantes de Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana, recoge como asunto "marginal" el fenómeno de las "camas calientes", consistente en alquilar una habitación sólo para dormir. A veces llegan a establecerse hasta tres turnos por día. Doce mil personas (el 0,2 % de la población inmigrante) vive de esa forma en España.
Tampoco son muchos (el 2%, 50.000 personas) los inmigrantes afortunados que no pagan alquiler porque les aloja gratis un familiar o conocido, aunque ese porcentaje sube hasta casi el 40% durante las primeras semanas en España.
Adquirir una vivienda en propiedad es un deseo compartido por la mayoría, según el estudio realizado entre finales de 2004 y principios de 2005, pero sólo está al alcance del 15% de la población extranjera. El salario medio de un inmigrante es de unos 870 euros al mes, frente a los 1.740 de un español, lo que hace que le resulte prácticamente imposible dejar más de 500 euros de media cada mes en una letra.
La secretaria de Estado de Inmigración declaró que la vivienda sería un tema muy presente en el futuro Plan de Integración, si bien aseguró: "El objetivo de la política de inmigración no es privilegiar a ningún colectivo, sino remover barreras y garantizar la igualdad de acceso".
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