Nuevo máximo del lustro

La menor presión vendedora, en el caso del mercado de valores español, ha permitido superar los problemas que venía provocando la actividad a corto plazo. Los grandes valores no contaron, en esta ocasión, con esa presencia de papel que el día anterior frenó todo intento de subida, y el Ibex 35 consiguió cerrar en el nivel máximo del día y, por supuesto, del año.

El principal indicador de la Bolsa española subió el 0,61% para cerrar en 11.447,20 puntos, nuevo máximo anual que, como todos los de los últimos meses, encuentra su referencia más inmediata en el mes de septiembre del año 2000. El Ibex Medium ganó el 0,86%, y el Ibex Small Caps, el 0,43%.

Este tirón del mercado español no estuvo acompañado por un incremento en el volumen negociado que, con 2.856,83 millones de euros para el conjunto del mercado continuo, es la segunda cifra más baja de esta semana debido al descenso en las operaciones institucionales, que casi desaparecieron ante el vencimiento de los contratos de opciones y futuros de hoy. Las operaciones "abiertas" sumaron 2.411,27 millones de euros.

La atención del mercado se centra en estos últimos días en las reacciones de la economía estadounidense ante las reiteradas subidas de los tipos de interés. Los inversores europeos observan con interés los indicadores de aquel país y ayer tuvieron motivos para respirar tranquilos, pues la construcción de viviendas registró en enero la mayor subida desde 1973 y el índice de actividad industrial de la Reserva Federal de Filadelfia se anotó una inesperada subida de 12,1 puntos, con lo que pasó de los 3,3 puntos de enero a 15,4, y superó ampliamente las perspectivas de los analistas.

Con todo, la Bolsa de Nueva York no reaccionaba ante estos datos, posiblemente porque el índice de precios de la importación subió por encima de las estimaciones debido al petróleo, lo que indica que se sigue importando inflación y que hay motivos para esperar una nueva subida de los tipos de interés.

Aunque faltó una respuesta más positiva por parte de la Bolsa de Nueva York, la mayoría de los mercados de valores europeos consiguieron llegar al momento del cierre con un ambiente moderadamente optimista.