La sequía obliga a restringir el agua del Júcar para riego con la oposición de los agricultores
Valencia deberá consumir el máximo posible del río Turia, con más reservas
La Confederación Hidrográfica del Júcar aplicará en los próximos meses un plan de actuaciones urgentes ante la sequía "especialmente grave" en el río. Las medidas para garantizar reservas mínimas de cara al otoño implicarán reducciones de hasta el 60% de los recursos superficiales del Júcar en el regadío. Los regantes de la Ribera votaron en contra del plan al considerar que el reparto de recursos y restricciones les perjudica frente a Castilla-La Mancha. Valencia consumirá el máximo posible del Turia para aliviar la sequía del Júcar, tan dura como la histórica de hace una década.
La CHJ logró el respaldo mayoritario a su plan en la comisión de la sequía celebrada ayer con asistencia de organismos públicos, regantes, sindicatos y ecologistas. El Ayuntamiento de Valencia se abstuvo, mientras que la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ), que reúne a los regantes de la Ribera, votó en contra. Su secretario general, Juan Valero de Palma, explicó: "Entendemos que la CHJ tiene que adoptar medidas para atender todas las demandas y que la situación de los recursos no lo permite, pero el voto ha sido negativo porque la reducción de dotaciones y asignaciones de recursos no es muy razonable". USUJ defiende que la capacidad de la Ribera de compensar la reducción de recursos mediante pozos es limitada, mientras que los agricultores de Castilla-La Mancha disponen de un importante acuífero.
"A nadie le gusta tener que regar con un 40 o 60% menos de agua, pero no hay más remedio". Así resumió el debate en la comisión de la sequía el presidente de la CHJ, Juan José Moragues. Los datos no dan margen al optimismo: el año hidrológico 2004/05, que abarca de otoño a otoño, fue el tercero con menos aportaciones naturales hasta el embalse de Tous desde 1940, y en los últimos meses incluso se ha marcado el mínimo histórico. Según el parte emitido ayer por la CHJ, el conjunto de sus embalses almacenan 735,86 hectómetros cúbicos, el 22,07% de su capacidad; el sistema del Júcar está sólo al 15,79%.
En esta situación, el plan de actuaciones urgentes advierte de que "la mera reducción de suministros ya realizada en el año 1994/1995", la sequía más dura que recuerdan los agricultores valencianos, no será suficiente para garantizar en otoño reservas mínimas. De nuevo serán los regantes los más afectados por la escasez de recursos a repartir. Los riegos del Júcar en la Ribera Alta y Ribera Baja incluso recibirán menos agua que durante la sequía de hace una década y deberán conformarse con 354 hectómetros cúbicos. Esa cifra implica una reducción del 43% del agua superficial del Júcar recibida el año pasado, en una campaña en la que ya se aplicaron restricciones sobre los recursos habituales. Los regadíos del Canal Júcar-Turia y de Castilla-La Mancha, mientras, sufrirán restricciones de hasta el 60% en el agua que toman directamente del río, aunque las cantidades no son comparables y no superan los 19 hectómetros cúbicos, ya que estos agricultores se nutren básicamente de recursos subterráneos. Para los regadíos de Castilla-La Mancha se impone, además, "un ahorro generalizado en las extracciones" del acuífero de la Mancha Oriental -en tres años un 15% menos de los 406 hectómetros usados en 2005- y de los pozos cercanos al río, donde la limitación se fija en un 45%.
Los abastecimientos no sufrirán restricciones, si bien se ahorrará en riego de jardines y en fuentes ornamentales. En Albacete se recurrirá más a los pozos y en el caso de Valencia -y también Sagunto-, la CHJ llevará "al límite técnico" el uso de recursos alternativos, de modo que la ciudad sólo recibirá del Júcar 70 hectómetros cúbicos y deberá subir la toma de la concesión de agua que tiene en el Turia -en mejor situación- hasta los 56 hectómetros cúbicos, frente a los 36 de 2005. El Ayuntamiento de Valencia, del PP, ha sido reticente a este cambio, dado que la calidad del agua del Júcar es superior.
Moragues advirtió que el plan deberá revisarse "si empeora la situación". También explicó que a las obras de emergencia ya en marcha -sondeos, electrificación de pozos, mejoras de abastecimiento por 19,2 millones de euros- se han añadido otras por valor de 39,96 millones, entre ellas, la limpieza del Canal Júcar-Turia. El capítulo de inversiones reserva tres millones de euros a indemnizaciones para los agricultores que decidan no plantar cosecha y renunciar al agua.
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