Paisaje y carretera
Aunque ya lo denuncié hace años en ese mismo periódico, observo con enorme tristeza cómo continúa la acción destructiva de uno de los parajes más bellos de Aragón. No sólo vemos crecer macrourbanizaciones en los valles de la zona atraídas por las cercanas pistas de esquí, sino que, en plena sierra de Gúdar, ahora desaparece un rincón de enorme belleza para ampliar la carretera de Alcalá de la Selva a Allepuz.
Yo entiendo que haya que adecuar las comunicaciones de estos pueblos, pero nunca a costa de destruir de forma irreversible su riqueza paisajística. Porque se pueden mejorar las condiciones de seguridad de una carretera sin alterar apenas el paisaje, como lo demuestran otros países de nuestro entorno. No me queda más que decir que, para mí, Teruel, que siempre ha existido, debería luchar más por preservar su patrimonio.