Misión imposible

El resultado quedó algo maquillado al final por la victoria de David Ferrer sobre Serguei Tarasevitch (1.252º tenista mundial) por 6-2 y 6-1. Tras la última derrota de Tommy Robredo ante Vladimir Voltchkov por 7-6 (8-6) y 6-3, España se fue de Bielorrusia con un 4-1 en contra y con el problema a cuestas de que ganar en superficies interiores tan rápidas como la de Minsk sigue siendo una misión prácticamente imposible. Es un problema de difícil solución. No es ya una cuestión que pueda resolverse con más días de entrenamiento, sino un problema de mentalidad y del tipo de juego de los tenistas españoles.

"Tener a los jugadores tres semanas antes en Bielorrusia entrenándose en esta pista habría sido un error", asegura Javier Piles, el entrenador de David Ferrer; "mentalmente, habrían acabado rotos por la ansiedad. Ya tras una semana sólo pensaban en jugar los partidos y cada vez se ponían más tensos. Pero, al margen, es imposible, porque, con lo cargado que va el calendario, cuando tienen una semana libre, lo que quieren es descansar en casa".

"De estar tres semanas entrenándose en Minsk, habrían acabado rotos por la ansiedad", dice el entrenador de López

Pepo Clavet, el técnico de Fernando Verdasco, abunda en la cuestión. "No le puedes pedir a un jugador que esté un mes entrenándose en una superficie en la que no va a jugar más que un partido al año, y eso si le llaman para la Copa Davis", afirma; "sin embargo, estoy convencido de que si Robredo, con su tipo de juego, se entrenara un mes en esta superficie, no le ganarían ni Mirnyi ni Voltchkov. Es mucho mejor jugador que ellos".

Sin embargo, Francis Roig, el entrenador de Feliciano López, agrega algunos matices importantes. "Tres semanas de preparación te permiten adaptarte bien a la pista, pero no cambian tus hábitos de juego", analiza. "Si la pista es más lenta y permite jugar los puntos, entonces hay jugadores que pueden ganar en pistas interiores, como ha ocurrido ya con [Àlex] Corretja, [Juan Carlos] Ferrero y [Rafael] Nadal. Pero sus victorias en el Masters y en Madrid las lograron jugando desde el fondo y trabajando los puntos. Y ante dos expertos como Mirnyi y Voltchkov eso era imposible".

Mariano Monachesi, el entrenador de Robredo, enfoca el problema desde el punto de vista de la resignación. "Tampoco es tan grave", asegura; "España no va a dejar de ser una potencia por el hecho de que haya perdido una eliminatoria. Puede ganar en cualquier tipo de pista, menos en ésta. La estadística indica que en el 82% de los casos ganan los equipos de casa. Y en la pista que nos han puesto en Minsk la bola apenas bota, resbala, y los especialistas ganan muchos puntos gratis con el saque. Ni españoles ni argentinos saben jugar así, aunque han mejorado mucho en todas las superficies. Quien saca mejor es Feliciano López, y su saque quedó eclipsado por los de Mirnyi y Voltchkov en el doble". Robredo agregó: "La solución es que no pongan pistas de éstas".

La conclusión es que el problema persistirá mientras la Federación Internacional no aplique los baremos de velocidad y angulación mínima que debe tomar la bola tras el bote. "Ganar en las condiciones de Minsk es muy complicado", prosigue Roig; "la prueba más evidente es que incluso haciendo las cosas bien como las ha hecho Emilio [Sánchez Vicario, el nuevo capitán español] y los jugadores, la eliminatoria se ha perdido. El problema es nuestro tipo de juego, liftado, porque las bolas aquí botan menos y quedan perfectas para que los rivales puedan pegar sus golpes planos. Pero esto es la Copa Davis, que da posibilidades a países que de otra forma no tendrían ninguna".