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Perfil | José María Castellano

El economista que pudo reinar

En febrero de 2005, desde su posición de vicepresidente, consejero delegado y portavoz de Inditex, José María Castellano desvelaba al Financial Times la estrategia del grupo gallego: duplicar su tamaño en Europa en cinco años. En mayo seguía en la vicepresidencia, pero el consejero delegado era Pablo Isla, fichado de Altadis. Un año después, este coruñés de 58 años, casado y con dos hijos, no sólo está completamente desvinculado de la que fue su empresa durante 21 años, sino que en ese tiempo ha tenido al alcance de la mano, sin llegar a asirlas, las cúpulas de dos grandes empresas, Unión Fenosa y FCC.

Cuando finaliza una relación tan duradera, la pregunta inmediata es por qué. La opinión publicada atribuyó la desavenencia a un enfrentamiento con el director general y sobrino político del fundador y presidente de Inditex, Amancio Ortega, Juan Carlos Rodríguez Cebrián, que le precedió en dejar el grupo textil. O al disgusto del presidente de Inditex cuando la sociedad de su hermana Josefa y de Castellano, Artinver Activos, se hizo con el 2,8% de las acciones de la inmobiliaria Fadesa. En el entorno del entonces número dos de Ortega se asegura que él mismo había pactado bajar el ritmo tras una operación médica en Nueva York. Lo cierto es que la salida de Castellano fue otra consecuencia del fallido intento de empresarios gallegos para retomar el control de Unión Fenosa. De haber tenido éxito, él habría sido el presidente de la eléctrica. O no, porque ese nombramiento tendría que haberse hecho contra la voluntad de uno de los promotores de la maniobra, Amancio Ortega. Fue entonces, en septiembre, cuando Castellano rompió amarras.

Su posterior desembarco en el imperio de Esther Koplowitz se frustró por parecidas razones: no quiso asumir la presidencia de Portland cuando la filtración de la noticia provocó resistencias a su llegada en la matriz, FCC. A principios de mes, aceptó ser asesor del presidente de Fadesa, Manuel Jove.

Cuando finaliza una relación tan exitosa como la de Ortega y Castellano, lo habitual es tomar partido sobre quien fue el artífice del triunfo. El saliente solía decir: "Amancio tiene las ideas y yo las ordeno". No se conoce la otra versión, dado el mutismo de Ortega. Castellano era el encargado de asumir las funciones públicas de Inditex, bien a su pesar, ya que hubiese preferido que fuese al revés. En realidad, siempre se ha definido como "un profesor por vocación". Lo es desde hace 35 años en las facultades de Empresariales y Económicas de A Coruña. Alumnos suyos aún recuerdan que les pidió permiso para tener operativo el móvil porque esperaba confirmar la compra de una empresa.

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