De mal en peor

Matices puede haber mil. Sin embargo, la realidad es sólo una: por segunda vez consecutiva, España fue eliminada en la primera ronda del Grupo Mundial de Copa Davis. La derrota que sufrieron Verdasco y López ante los bielorrusos Mirnyi y Voltchkov es de las que invita a la reflexión. Y no sólo porque evidenció que el equipo sigue sin encontrar un doble estable y eficaz, sino porque colocó el 3-0 en el marcador y dejó a España de nuevo inmersa en una permanencia, a disputar en septiembre, que siempre resulta una lotería.

No es lo que todo el mundo espera de un país que, con 11 representantes, es el que más jugadores tiene entre los 100 primeros tenistas mundiales, uno de lo que más títulos gana y de los que mantiene con asiduidad al menos a dos jugadores entre los 10 primeros: ahora Nadal, 2º, y Ferrer, 10º. España es una potencia de primer nivel como ha demostrado con sus dos triunfos en la Davis en 2000 y en 2004. Sin embargo, para mantener una regularidad en su búsqueda de la Ensaladera, hay algunas deficiencias que debe corregir.

No es lo que se espera de un país que tiene 11 jugadores entre los 100 primeros del mundo

Tampoco hay que martirizarse pensando que lo que le pasa a España no le ocurre a ningún otro país. No es cierto. Esta misma semana, Estados Unidos acaba de sufrir a domicilio una derrota inesperada de Roddick, su número uno, ante el rumano Pavel. Y en Alemania, Kiefer y Haas, jugando en casa, han perdido contra los franceses Grosjean y Gasquet, respectivamente. Sorpresas se producen a diario en el tenis.

Pero en la visita de España a Bielorrusia, el problema es más sustancial. No es preocupante que pierda estos partidos, sino que eso sea lo que ocurre cada vez que debe desplazarse. Cualquier rival sabe que cuanto más rápida sea la pista y las bolas, más posibilidades tiene de superar a España. Y en ello están. Lo hizo Chequia en Brno en 2004 -donde se ganó en parte porque Jiri Novak, el número uno, no jugó el tercer día-, Eslovaquia en Bratislava el año pasado y ahora Bielorrusia. "Hay que cambiar la mentalidad y comenzar a creer que jugar en estas condiciones no es un problema irresoluble", comentó Emilio Sánchez, el nuevo capitán español, reflexionando sobre el mal sabor que dejaron las derrotas de Tommy Robredo y David Ferrer.

Aunque la leyenda de que los españoles sólo juegan bien en tierra batida se ha roto en mil pedazos por las excelentes aportaciones de Àlex Corretja, Carlos Moyà, Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal en supercies rápidas, lo cierto es que cuando la pista es interior y tan veloz como la de Minsk, Brno o Bratislava, faltan los hábitos de adaptación que tienen los tenistas centroeuropeos o nórdicos porque han nacido y crecido en ellas. Aunque algunos españoles cuentan con un gran saque, ninguno tiene la actitud de correr tras la bola hacia la red para encadenar el saque-volea. Y les cuesta acostumbrarse a la presión de mantener el saque, porque un break supone perder una manga.

Eso no significa que no puedan jugar bien. Lo hizo Robredo el primer día, y lo hicieron también ayer en varias fases del partido de dobles Feliciano López y Fernando Verdasco. "Pero fallamos en los momentos importantes, cuando las mangas se estaban decidiendo", reconocieron los dos. "Yo creo en este doble", agregó Emilio Sánchez. "Tiene mucho potencial. Pero deben aprender a gestionar mejor su energía y reservarla para los momentos clave, como ayer hicieron Mirnyi y Voltchkov. Se notó su mayor experiencia en la Copa Davis [llevan 12 años juntos], se animaban y siempre sabían lo que iba a hacer el compañero. Ninguna circunstancia, ni la pista ni el público, favorecía a los nuestros".

Y perdieron. Como se preveía. No fue el debut soñado ni para Emilio Sánchez Vicario, ni para David Ferrer, ni para el doble López-Verdasco, dos zurdos que inicialmente se estorbaron, tardaron en acoplarse y no supieron cerrar espacios, como pedía su capitán, ante la inspiración de Voltchkov -no cedió ni una sola vez su saque y perdió sólo siete puntos- y la fiabilidad de Mirnyi. "Hemos perdido 3-0 y casi no nos hemos enterado", sentenció Feliciano, que tardó casi una hora en conectar su primer saque directo.

Todos tienen mucho que ofrecer aún al equipo español, y seguro que lo harán cuando el sorteo permita disputar las eliminatorias en casa, pero para ganar fuera, hay que cambiar algunos hábitos.

Otras eliminatorias: Austria, 0; Croacia, 3 (Ancic/Ljubicic-Knowles/ Peya, 3-6, 3-6, 6-4, 6-4 y 8-6). Argentina, 3; Suecia, 0 (Calleri/Nalbandian-Aspellin/Bjorkman, 6-3, 7-6 (4), 2-6 y 6-4). Alemania, 0; Francia, 3 (Clement/Llodra-Haas/Waske, 6-7 (6), 6-3, 6-4 y 6-1). Holanda, 0; Rusia, 3 (Andreev/Davydenko-Sluiter/Lottun, 6-2, 3-6, 6-4 y 6-4). Estados Unidos, 1; Rumanía, 1 (Pavel-Roddick, 6-7 (2), 2-6, 7-6 (8), 6-2 y 6-4. Blake-Hanescu, 6-4, 7-6 (5) y 6-2.. Chile, 2; Eslovaquia, 0 (González-Mertinak, 7-6 (5), 7-6 (3) y 6-3. Massú-Hrbaty, 6-7 (5), 6-3, 6-1 y 7-6). Suiza, 1; Australia, 2 (Arthurs/Hanley-Allegro/Bastl, 7-6 (6), 6-4, 4-6 y 7-6).