El Sevilla saca el rodillo
El Cádiz maltrató la pelota y nunca inquietó a sus rivales
El Sevilla desperdició la Copa del Rey después de una puesta en escena sin gas en Cádiz hace algo más de un mes. Ni mucho menos el de ayer fue un equipo brillante pero sí con las cosas mucho más claras. Y con Saviola. Al campo Ramón de Carranza hay que ir con las pilas puestas, si el equipo local gana las dos primeras pelotas y hace recular al rival, la velada puede ser complicada. Los sevillanos, con la lección bien aprendida, dejaron a los locales sin la pelota todo el partido.
Cinco minutos fueron suficientes para que Saviola aprovechara la aristocracia aérea de Kanouté para marcar un buen gol. Hizo daño el delantero de Mali en las pelotas por arriba en el partido de hace un mes. Los dos centrales gaditanos fueron como posesos a por él sin contar con que el argentino andaba por ahí a verlas venir. Otra buena acción de esa extraña pareja que forman el gigante africano y el pequeñín argentino. Tan distintos que en el campo se entienden a las mil maravillas. Uno por arriba y otro abajo forman una delantera muy interesante.
CÁDIZ 0 - SEVILLA 4
Cádiz: Armando; Varela, Berizzo, De la Cuesta; Raúl López, Bezares, Benjamín (Fernando Morán, m. 61), Sesma (Lucas Lobos, m. 46), Estoyanoff (Enrique, m. 46); Medina y Nenad Mirosavljevic.
Sevilla: Palop; Dani Alves, Javi Navarro, Dragutinovic, David Castedo; Maresca (Escudé, m. 79), Aitor Ocio, Jesús Navas, Adriano; Kanouté y Saviola (Kepa, m. 87).
Goles: 0-1. M. 5. Kanouté peina hacia atrás un balón largo y Saviola desde la frontal del área chuta fuerte y a media altura para marcar. 0-2. M.70. Puerta se eleva entre los centrales cadistas y cabecea un centro de Jesús Navas desde la derecha. 0-3. M. 89. Alves saca una falta que remata en plancha y en el segundo palo Kepa. 0-4. M. 92. Kanouté, en jugada personal.
Árbitro: González Vázquez. Amonestó a Dragutinovic, Berizzo y Puerta.
Unos 15.000 espectadores en el estadio Ramón de Carranza.
El Cádiz tuvo que tirar para delante pero maltrató la pelota. Mucha culpa la tuvo el Sevilla. Zurcir alguna buena jugada ante el buen planteamiento y buena colocación de los sevillistas fue casi imposible. Los de Espárrago no inquietaron en ocasión alguna a los visitantes. Un equipo tan distinto al que juega fuera de casa que resulta sospechoso. Se siente mucho más cómodo cuando las ve venir que en el partido que debe ser la voz cantante. Entre los pocos espacios que dejó el Sevilla y el desacierto local se cocinó un partido feo que se llevó el equipo más listo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.