Mapa de la Atenas esencial
Del barrio de Plaka a una comida en la cala de Mikrolímano
Atenas es un mundo, el centro de una civilización que ha marcado a las que le sucedieron, y muy especialmente a la europea y occidental. La Atenas de hoy día debe tanto a aquella herencia como a su historia posterior, incluida la época bizantina y la dominación turca, esta última la etapa de la que más abominan los griegos actuales. Se entiende: para ser libres tuvieron que luchar contra el imperio otomano. Y la herida no está cerrada del todo. Puestos a elegir, esto es lo que no hay que perderse: -
1 Una vista panorámica. La que se contempla desde la colina de Likabitos (subida en funicular: tres euros). -
2 Cuatro plazas. Monastiraki (la más turca), Omonia (abigarrada y popular), Sintagma (la más céntrica) y Kolonaki (elegante). -
3 Un barrio. Plaka. -
4 Un conjunto arquitectónico. El que, a imitación del estilo clásico, forman los tres edificios de la Universidad, la Academia y la Biblioteca Nacional. -
5 Cuatro templos antiguos. Dos en la Acrópolis: el Partenón (paradigma de la perfección) y el Erecteión. Uno en el Ágora: el Teseión. Y otro en Leoforos Singrou: el de Zeus Olímpico. -
6 Un templo bizantino. La minúscula Catedral Menor, a la sombra de la Mayor, en la plaza de Mitropoleos. -
7 Dos teatros antiguos. El de Dionisos y el Odeón de Herodes Atico. -
8 Dos excursiones cortas. En autobús hasta el cabo Sunión, y en metro al puerto del Pireo para comer en la cala de Zéa o en la de Mikrolímano. -
9 Un mercado popular. El Kendriki Agorá, en la calle de Athina. Una ceremonia. El cambio de la guardia ante el Parlamento, en la plaza de Sintagma.
Tres museos. El Bizantino, el de la Acrópolis y, por encima de todos, imprescindible, el Arqueológico Nacional. Hay que ver para creer lo que tiene dentro.
Dos restaurantes. Uno, barato, en Plaka: Platanos. Otro, de precio medio, en la avenida de Panepistemiu: Ideal.
Dos hoteles. Uno muy caro, suntuoso y cargado de historia: el Gran Bretaña, en Sintagma. Otro para desayunar con vistas a la Acrópolis: Omisos, en la calle de Apollonos.
Una película.
Los niños del Pireo, de Jules Dassin, con la incomparable Melina Mercuri y música de Mikis Theodorakis.
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