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Reportaje:

"Es lo más grande para un jugador"

Pau Gasol, primer español en disputar un All Star, acoge con orgullo y cierta incredulidad su selección entre los mejores

"Estoy en estado de shock", acertó a decir Pau Gasol cuando, desde Memphis, le soplaron que era uno de los suplentes elegidos para disputar, el próximo día 19, el All Star, el partido que reúne a los mejores jugadores de baloncesto del mundo. Era un sueño que acariciaba desde hace tiempo; un deseo que, en los últimos meses, había tomado serios visos de convertirse en realidad. Pero cuando llegó el momento, el jugador catalán necesitó escuchar la confirmación oficial, por televisión, para creérselo. "No sabía qué decir, no me lo acababa de creer", confesó, horas después, en una multiconferencia telefónica con medios de comunicación en español. "Es lo más grande que le puede pasar a un jugador; estoy muy contento, muy feliz y muy agradecido a todos los que han confiado en mí y han hecho todo lo posible para que yo esté en ese partido", prosiguió, ya más consciente de que, una vez más, acababa de protagonizar un hecho histórico: con sólo 25 años, se convertía en el primer jugador español que disputa un All Star.

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La sorpresa no lo ha sido tanto para los entendidos que, desde hace tiempo, habían incluido a Gasol en el grupo de suplentes que disputarían el prestigioso partido. El jugador español les había dado motivos. Desde que aterrizó en la NBA, hace cinco años, Gasol no ha dado ni un solo paso en falso. Entró en la mejor Liga del mundo en la mejor posición jamás alcanzada por un jugador europeo (3º en el draft) y ya en su primer año obtuvo el mayor reconocimiento para un novato: el premio de rookie del año. Lejos de frenar su evolución, Gasol fue adquiriendo progresivamente un mayor protagonismo dentro de su equipo y éste se lo reconoció hace un par de años convirtiéndolo en su jugador franquicia. Gasol firmó entonces un nuevo contrato por seis temporadas y unos 72 millones de euros y pasó a engrosar el club de los jugadores mejor pagados. Al tiempo que su sueldo, sus números en la Liga empezaron a multiplicarse hasta el punto de que, ya el curso pasado, nadie dudaba de que era el líder indiscutible de los Memphis. El partido de las estrellas, sin embargo, parecía aún lejano.

La fascitis plantar que sufrió el curso pasado y la presión de su equipo le llevaron a renunciar a jugar con la selección el pasado Europeo de Belgrado. Y ahí se forjó parte del éxito de esta temporada. Como cada verano, Gasol se puso a las órdenes de su preparador físico de confianza, Pepe Casado, Pepiño, y, durante cuatro meses y medio, trabajó sin cesar. "Estaba hecho un animal, más fuerte que nunca", recuerda Pepiño. "Y llegó a Estados Unidos más descansado que nunca y con muchísimas ganas de demostrar su valía".

Y vaya si lo ha hecho. Con nuevo look -su barba ha causado furor entre los aficionados-, Gasol ha firmado sus mejores números en la NBA: promedia 19,5 puntos, 9,2 rebotes, 4,3 asistencias y 1,9 tapones por partido. Son precisamente estas cifras las que han llevado a los entrenadores a escogerle como el primer suplente europeo del equipo del Oeste, por delante del consagrado Nowitzki. "Esa es una de las cosas que más ilusión le han hecho, ser elegido por los técnicos como el primero", señaló ayer su hermano Marc, que recibió la llamada de Gasol a las cinco de la madrugada, cuando regresaba de jugar con el Barça en Tel Aviv. "Aunque no estaría mal que algún día me eligiera el público, que lo hagan los entrenadores tiene un valor añadido porque conocen tus cualidades", confirmó Gasol, que ha entrado en la lista como pívot.

"Todo es producto de un cúmulo de cosas", explica Pepiño. "Su equipo le ha reconocido económicamente, le ha dado más responsabilidad y Pau se ha convertido en su estrella", prosigue. "Además, ha podido descansar este verano y ha ganado en madurez". Pero, sobre todo, Pepiño destaca una cualidad que, considera, ha colocado a Gasol entre los mejores en su posición: "Lo dijo dijo Kirilenko [Utah]: Pau ha ganado músculo sin perder velocidad y eso no hay muchos jugadores que lo consigan". Aunque no lo diga, Pepiño, que lo cogió con 18 años, 2,12m. de estatura y 89 kilos, tiene buena parte de responsabilidad en ello.

También Juan Montes tiene su mérito. Fue él, como técnico del Barça, el que convenció al pívot catalán para que no cambiara el club catalán por una universidad americana, cuando, con 18 años, Gasol recibió varias ofertas para estudiar allí. "Él estaba bastante decidido, pero yo le convencí de que eso podía frenar su progresión como ya le había pasado a otros", cuenta Montes. Gasol le escuchó, se quedó en el Barça y, promocionado por Montes, inició su espectacular evolución. "Hace tres años ya estaba convencido de que un día disputaría el All Star", asegura Montes. "Es un jugador alto, listo y que entiende muy bien el juego", argumenta y destaca otra cualidad: su gran ambición. Ayer la demostró de nuevo: "Mi máxima aspiración es un anillo de la NBA, pero primero quiero disfrutar mi primer All Star porque es la leche, todo un acontecimiento".

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