Carmen Moreno se enfrenta a la violencia machista con los poemas y cuentos de 'Más que morir'
"Ésta que llora, no muere más por ti". La escritora Carmen Moreno (Cádiz, 1974) otorga a la protagonista de uno de los poemas que compone su más reciente obra, Más que morir (Arambel), la firme de decisión de dejar de sufrir, de no permitir que le siga doliendo el hombre que la ha maltratado. Moreno concibe su libro como una firme reivindicación del derecho a la felicidad, como denuncia contra la violencia machista y como exaltación de la esperanza para todas las mujeres.
Más que morir nació de la lectura del libro de Nuria Varela Íbamos a ser reinas, donde se relatan los testimonios de mujeres torturadas en su propia casa. Moreno conoció a la autora en persona. "Me contagió sus ganas de luchar, su defensa a favor de esas víctimas y su optimismo a pesar de todo lo que describía. Y me decidí a escribir". Su última obra es un compendio de relatos y poemas, donde las protagonistas femeninas afrontan sus particulares pesadillas domésticas. "Quise dejar un hueco a la esperanza". Su idea era dejar encendida la luz al final del camino.
Según explica, la estructura es in crescendo. En el soneto que abre el libro, una mujer está dispuesta a contar todo el horror que ha padecido, pero asume ese relato como el principio de una nueva vida. Para Moreno, muchas mujeres han dado por hecho que habían nacido para sufrir. Una concepción vital que la escritora quiere desterrar. "Estamos en una sociedad hipócrita donde está mejor visto que a una mujer le pegue un hombre que se pueda casar con una persona de otra raza o con otra mujer".
En Más que morir se ofrecen tres posibles salidas: el decir basta ya y denunciar; el marcharse; y, la más "políticamente incorrecta", matar al agresor. "Es lo que ocurre cuando una mujer se defiende, cuando le pegan y ella pega, cuando él saca un arma, ella se la quita y la acaba utilizando".
La escritora gaditana encontró el título de su libro en unos versos de Alfonsina Stormi. "A su lado ni hablo, ni me muevo, ni pienso ni acaricio / No hago más que morir". Contra esa actitud, Moreno reivindica la valentía como medio fundamental de vida para estas mujeres. Es también un llamamiento contra el silencio. "La vida es muy corta y, por mucho que diga la Iglesia, no creo que hayamos venido a este mundo para sufrir. Hay que exprimir el tiempo".
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