De Parla
Parla es una ciudad muy sucia y ruidosa, donde el todo vale se está instalando entre nosotros. Todo es válido, todo se permite impunemente: pintar en las paredes; motos ruidosas; botellones incontrolados; motos saltándose semáforos; coches caóticamente aparcados, ante la ausencia de un plan de aparcamientos subterráneos; coches con música a todo volumen; pegatinas en portales, persianas, semáforos, marquesinas y señales de tráfico (anunciando fontaneros, electricistas, cerrajeros...); dueños de perros que no recogen las cacas de sus animales; motos por las aceras; venta callejera sin control (perjudicando a los comerciantes); destrozos en mobiliario urbano; las calles muy sucias...
Y en eso no hay que culpar al Ayuntamiento, sino a la gente culpable de no tener respeto por nada.
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