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Reportaje:FÚTBOL | 22ª jornada de Liga

Oxígeno puro

Cicinho, junto a Beckham, ha convertido la banda derecha en una permanente vía de ataque

Diego Torres

En 1998, los hinchas brasileños sabían que Zé Carlos tenía un gran talento para imitar gallos. En la historia de la selección de Brasil nunca hubo nadie que cantara mejor el quiquiriquí. Zé Carlos era lateral derecho, pero entre sus virtudes no hubo ninguna que le permitiera imponerse a Cafú. En el Mundial de Francia, Cafú fue titular. En el Mundial de 2002 la competencia mantuvo su nivel y Cafú volvió a ser titular. Hasta el pasado verano, Cafú repasaba el horizonte y no veía contendientes. Belletti no sacaba la cabeza. Gabriel, Maurinho, Maicon y Alves tampoco representaban una amenaza para la supremacía internacional del veterano lateral del Milan.

Hoy, la titularidad de Cafú corre un riesgo cierto de ser historia. Lo supo el Bernabéu en el primer tiempo del partido contra el Espanyol, el domingo. Para empezar, Salgado, viejo líder del vestuario local, estaba en el banquillo. Su sitio lo ocupó Cicinho. Un estilete de 25 años. En el primer gol del Madrid, el pequeño lateral armó la jugada abriendo una brecha. Subió por el carril del ocho y tiró la diagonal hacia la espalda de los centrales. Antes de meterse en la cueva soltó la pelota pero parte de su misión estaba completada: David García, el lateral zurdo del Espanyol, lo siguió ingenuamente. La defensa del equipo catalán dejó un amplio vacío por la izquierda. Por allí entró Beckham, como un carrilero. Centró libre, tranquilo, y el gol de Guti fue acomodar el cuerpo y poner la bota.

"Dar un gol a Ronaldo ha sido entrar en la historia", dijo el lateral tras su exhibición

En la hora que siguió Cicinho hizo una exhibición de maniobras, regates y pases, propios de un extremo. Suyo fue el centro en el gol de Ronaldo y le dio el pase a Zidane para que cerrase el marcador. Era su quinto partido con el Madrid y sumaba un gol y dos asistencias. Pero la noche del domingo fue especial. Fue la primera vez en la historia que cinco brasileños se reunieron en una misma formación del Madrid: Baptista, Ronaldo, Roberto Carlos, Robinho y Cicinho. "Jugar con estos cracks ha sido un sueño para mí y por eso me ha gustado mucho darle el pase de gol a Ronaldo", dijo, al salir de la ducha. "Darle un gol a él ha sido entrar en la historia. Después del partido me ha agradecido que le facilitara un gol de cabeza, porque hacía mucho que no metía uno. Yo estaba tan feliz que hasta me he hecho una foto con él".

El domingo, Cicinho llevaba una cruz de diamantes en el pecho y una gorra de béisbol bien calada. Se fue a su casa con la intuición de que su irrupción en el Madrid ha tenido un profundo efecto en el juego del equipo. Seguramente Salgado tenga más experiencia que él a la hora de defender, y por eso Cicinho asegura que su competencia con el español es "instructiva" y que le supone una "gran responsabilidad". Pero junto con Beckham ha convertido a la banda derecha en una permanente vía de ataque. Algo insospechado hace apenas dos meses.

Hace tres meses, cuando Cicinho todavía jugaba en el San Pablo, lo atestiguó Carlos Alberto Torres. El lateral derecho que ganó el Mundial de 1970 señaló a su heredero. "Cafú", dijo, "es mi amigo y es un gran jugador. Pero Cicinho da clases sobre cómo debe jugar un lateral largo. Siempre recibe por detrás de la línea de la pelota. Sale desde atrás y eso le permite dominar la embestida. Cafú juega bien del medio para adelante y suele atacar los espacios vacíos, siempre lanzado por pases largos. Para eso es mejor colocar un extremo. Para mí, ahora Cicinho es titular y Cafú suplente".

Cicinho.
Cicinho.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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