_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Divinas viñetas

Con Muhammad, la paz sea con él, hemos dado. Grave tropiezo, tratándose del depositario de las revelaciones de Dios, las que memorizó y trasmitió, siendo recopiladas, fielmente, en Al Quran.

En mi libro sagrado, Guía y camino de concordia, Álvaro Machordom destaca que uno de los pilares de la sociedad islámica es la libertad de pensamiento, palabra y obra "ya que en muchas aleyas se constata que, incluso en materia de religión, hay libertad (y) nunca se pueden usar medios coercitivos para imponer criterios".

¿No son coercitivas las metralletas de esos individuos atacados de santa indignación por las viñetas de Mahoma publicadas en algunos medios europeos? ¿No amedranta la llamada a la guerra santa traducida en amenazas, boicots, retirada de embajadores?

La Europa laica se defiende como puede, pero conviene recordar que, en este inacabable tránsito desde la Edad Media hacia la libertad de expresión, ni siquiera estamos cerca de la meta, porque también nuestros fundamentalismos se ocupan de interponer obstáculos. Acaban de volatilizar un consolador en la Exposición del Ninot, y he aquí, resumiendo, el catálogo de censuras compilado por Ferran Bono: La Generalitat fulminó un cartel del Observatori donde se identificaban los brazos de un Cristo en la cruz; En Xátiva y Bocairent el actor Xavi Castillo no pudo parodiar al anterior Papa por orden del señor alcalde. Un consejero de ¡Cultura! impidió que se repartieran las camisetas de cierta obra premiada ¡porque llevaban la hoz y el martillo! Su sucesor prohibió que el Espai d'Art de Castellón exhibiera una reflexión sobre la violencia, mucho menos violenta que algunas películas de la tele. Proyecciones como las de Yo te saludo, María y La religiosa en la Mostra desataron las iras de la Curia ¡y de la Cámara de Comercio! Mientras hace nada, La Portentosa vida del Pare Vicent continuaba escandalizando al Ayuntamiento de Valencia, que también censuró a Tere Arcos una exposición de fotos de desnudos.

O sea que: todos los Profetas y Sumos (o ínfimos) sacerdotes tienden a decirnos qué hemos de hacer, pensar, decir, sentir o dibujar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_