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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Cuando calienta el PSOE

Vicente Molina Foix

El frío en los telediarios, los niños de Alicante vestidos como lapones, la nieve en las playas de Castellón de la Plana. El calentamiento del planeta, que todo lo altera. Huracanes, inundaciones, sequías, referéndums: desastres bíblicos. ¿Se está controlando la emisión de gases producida desde la sede del PP en la calle Génova? No basta con prohibir el tabaco. Acebes tiene más humos. Veo el martes en el informativo de Hilario Pino (Tele 5) las primeras cuestaciones callejeras de Rajoy en Cádiz, y me sorprende que no te den, a cambio del óbolo de tu firma, una banderita española. El Domund era más generoso. Horas antes, en la madrugada del lunes, Marta Nebot, reportera intrépida de Eva Hache (Cuatro), instaló su mesa petitoria en un centro comercial de Madrid con una pregunta opuesta pero igual de perogrullesca y ridícula que la de Rajoy, y también le firmaban a porrillo.

Mamen Mendizábal, consciente del peligro de radiactividad que supone llevar a 59 segundos (TVE-1) a Ignacio Villa, jefe de informativos de la Cope, intentó templarle un poco en el debate con el portavoz de ERC, Puigcercós, pero ni siquiera las intervenciones sensatas de Jesús Maraña, director de Tiempo, y Margarita Sáenz-Díez, redactora-jefe de El Periódico, consiguieron el equilibrio ecológico. Villa no para de dar la brasa, se acalora, causa bochorno, sintonizando en esto con la temperatura media de su (mefítica) emisora. Aunque también el PSOE está que arde. Mientras Zapatero mostraba ayer en los noticieros su conocida sonrisa refrescante a los melillenses, en Tiempo la pluma, más que invitada, envenenada, de Guerra escribía, sin gran dolor, de la "reacción depresiva" que ha de tener su correligionario Pasqual Maragall. Y una cámara indiscreta de Telemadrid captó la conversación entre Jordi Sevilla y el líder de Comisiones, Fidalgo, con una significativa cábala del ministro sobre la posibilidad ("es demasiado pronto") de que un charnego como Montilla pudiera ser president de la Generalitat. Único invernadero en efecto en la política española: el que envuelve a Maragall.

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