Solbes ve claras dificultades en la operación

La OPA hostil lanzada por el mayor grupo siderúrgico, el anglo-indio Mittal Steel, sobre el segundo fabricante, el conglomerado francohispanoluxemburgués Arcelor, ha suscitado "preocupación" en los países a los que afecta, según reconoció ayer el vicepresidente económico, Pedro Solbes. El hecho de que los proyectos de las dos empresas sean "muy distintos", como ha señalado de modo "muy explícito" el Consejo de Administración de Arcelor, plantea "dificultades claras", según afirmó el ministro en la exposición dedicada al 150º aniversario del edificio del Banco de España en Madrid, informa Efe.

Solbes aclaró que el Gobierno quiere estudiar la repercusión de la operación "en términos de empleo, de actividad en España y términos de proyecto", y recordó que hay "otro problema de competencias" que le tocará resolver a la Comisión Europea. La decisión final, "como siempre digo, corresponde a los accionistas", añadió.

Por su parte, el comisario de Empresa e Industria, Günter Verheugen, explicó ayer a través de su portavoz, Gregor Kreuzhuber, que la Comisión Europea promueve la competitividad de las empresas europeas, y que "los subsidios" y el "proteccionismo" eran políticas del "pasado". "Vivimos en una economía de mercado en la que no son las políticas las que crean empleo sino las empresas. Las políticas crean en todo caso las condiciones para que las empresas puedan crear empleo", dijo Kreuzhuber.

Reunión con Kroes

El presidente de Mittal Steel, Lakshmi Mittal, se reunirá mañana con la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, para abordar la OPA de Mittal sobre Arcelor, según indicó su portavoz Jonathan Todd. Mittal debe decidir si considera que la operación tiene dimensión comunitaria, y en tal caso comunicarla a la Comisión, que en un plazo de 25 días hábiles debe decidir en primera instancia si es compatible con la normativa comunitaria.

La preocupación por la OPA ha sido generalizada en Asturias, donde Arcelor concentra en sus factorías de Gijón y Avilés a 7.500 de sus 15.000 trabajadores españoles, además de a otros 3.000 subcontratados. Tanto el Gobierno regional (PSOE e IU) como los sindicatos y la patronal han mostrado su inquietud por la operación. El consejero de Industria, Graciano Torre, considera "preocupante" que Mittal tenga la mayoría de sus más de 25 plantas situada "en países de escasa o nula regulación jurídica del mercado de trabajo", en contraste con el modelo sociolaboral de Arcelor.