Franz Seitz, productor de cine
Su mayor éxito fue 'El tambor de hojalata'
El productor, director y guionista Franz Seitz, una de las figuras más relevantes del cine alemán nacido de la posguerra, murió el pasado día 19 de enero a los 84 años en su Baviera natal, tras padecer una larga enfermedad. Seitz alcanzó una gran notoriedad internacional a raíz de su trabajo como productor en el filme El tambor de hojalata (1979), de Volker Schlöndorff, y en una de las obras maestras de Louis Malle, El soplo al corazón (1971).
Sin embargo, Seitz ya era un hombre respetado en Alemania y acumulaba 50 años de larga trayectoria profesional, que incluyó más de 40 películas como productor y más de 30 trabajos como guionista.
Franz Seitz nació el 22 de octubre de 1921 en Múnich. Su padre, también hombre de cine, fue director de 51 películas entre 1920 y 1951 y pronto inculcó al joven Seitz su amor por las imágenes; curiosamente, su debut como productor tendría lugar en la que sería la última película realizada por su padre, Der letzte schub, en 1951. Pronto Seitz se lanzaría al universo cinematográfico y en 1956 crearía su propia productora, la prestigiosa Franz Seitz Filmproduktion, con la que dominaría durante décadas el cine de su país. Tras su muerte, el ministro de Cultura Bernd Neumann declaró: "Lloramos al hombre más importante del cine de la posguerra alemana".
Uno de los más importantes logros de su carrera llegó en el año 1979, tras aliarse con el director Volker Schlöndorff para llevar a la pantalla la novela del premio Nobel Günter Grass El tambor de hojalata, en la que trabajó al tiempo como productor y guionista y con la que logró un resonante éxito internacional. Fue la primera película alemana en obtener el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, además de obtener la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Antes de esta fecha, Seitz y Schlöndorff ya habían colaborado en otra película inmortal, El joven Torless (1966), un soberbio drama antibelicista interpretado por Matieu Carrère. En los años sesenta y setenta Seitz acumuló una actividad constante, dentro y fuera de Alemania, embarcado en películas de diversa índole, entre las que cabían desde notables comedias románticas como Ich suche einen Mann, dirigida por Alfred Weidenmann, hasta dramas rupturistas y comprometidos como la legendaria El soplo al corazón, del francés Louis Malle (1971).
Pero como buen hombre de cine, el polifacético Seitz también tenía otras inquietudes y llegó a revelarse como un cineasta dúctil y preciso, de aguda mirada e incisivo estilo formal, aunque sólo llegase a dirigir 11 películas, entre las que destacan el soberbio drama La castración (1975) y, en especial, la espléndida Doctor Fausto (1982), una adaptación tan sólida como imaginativa de la emblemática novela de Thomas Mann. Seitz se atrevió a producir otra adaptación de Mann ese mismo año, una ambiciosa mirada a una obra tan compleja de traducir en imágenes como La montaña mágica, apoyada en un reparto internacional con Rod Steiger y dirigida por Hans W. Geissendörfer.
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