Diseño vanguardista y calidad mecánica
Un soplo de aire fresco, o al menos diferente. El nuevo Civic es uno de esos coches que salen muy de vez en cuando y rompen los cánones establecidos. Su diseño vanguardista puede entusiasmar o provocar rechazo, pero no deja indiferente. Y sirve de envoltorio a un interior con soluciones innovadoras para la vida familiar y a una mecánica de calidad que incluye un poderoso turbodiésel, un comportamiento eficaz y seguro, y una relación precio / equipamiento competitiva: cuesta sólo un poco más que sus rivales más populares e incluye una dotación de serie superior. El nuevo Honda es uno de los familiares compactos más originales y mejor resueltos de su tamaño.
El Civic es ya un icono de Honda: se han vendido 16 millones en 160 países desde 1972. Pero esta octava generación aporta cambios importantes, y frente a la atonía estética de muchos coches orientales presenta un diseño rompedor como arma para seducir. Así, reinterpreta la deportividad apostando por el vanguardismo y propone una alternativa estética diferente a las de otras marcas deportivas como Audi, BMW o Alfa Romeo.
Silueta atlética
La vía de Honda es más atrevida y parece inspirada en un cómic japonés. La carrocería tiene una silueta muy atlética, con la zona superior formando un arco que une de un trazo el parachoques delantero y el trasero con un parabrisas muy tendido delante. Su aspecto potente y musculoso se consigue con la cintura alta de las puertas, un capó y unas aletas traseras muy abombados y las grandes llantas. Añade detalles futuristas de estilo que afianzan su carácter, como las dos franjas que recorren de lado a lado el frontal y la zaga integrando los faros y pilotos, los escapes dobles triangulares, el alerón trasero situado en el centro de la luneta... El resultado es un coche valiente y original que impacta por su estampa y causa furor entre los jóvenes. Pero Honda ha cuidado también a fondo la aerodinámica, que es impecable (CX:0,30).
Un interior innovador
El vanguardismo se mantiene por dentro en todos los detalles. Destaca la instrumentación digital, muy colorista, y también el volante, el equipo de música y los adornos metalizados, que presentan un llamativo aspecto deportivo. Y está bien acabado, con plásticos y tapicerías elegantes y buenos ajustes entre las piezas que crean un ambiente moderno y distintivo.
Al contrario que otros modelos de su tamaño, este Civic es algo más corto que el anterior, pero sigue ofreciendo una buena habitabilidad, con unas plazas delanteras desahogadas y unas traseras con mucho espacio para las piernas. El espíritu innovador de Honda se aprecia en soluciones imaginativas como la banqueta posterior, que se pliega contra el respaldo de atrás para cargar bultos altos de pie. Además tiene un maletero correcto y muchos huecos: bolsas grandes en las puertas, guantera muy profunda, repisas y posavasos junto al cambio, apoyabrazos con cofre interior... Y a pesar de su deportividad ofrece un confort aceptable en los viajes.
Tres motores y tres acabados
La gama incluye tres motores a la última: 1.4 y 1.8 (83 y 140 CV) en gasolina, y 2.2 (140 CV) turbodiésel. Su calidad mecánica se completa con unos precios correctos y justificados por el equipo de serie. El acabado básico Comfort incluye ya seis airbags, ABS, ESP, climatizador, radio-CD con MP3, ordenador de viaje y hasta cuatro elevalunas eléctricos y arranque por botón. El Sport añade sensores de lluvia y faros, y el Executive tiene faros de xenón, techo solar...
Conclusión
El Civic es uno de los mejores coches de su tamaño. Tiene una imagen deportiva muy llamativa, pero ofrece un interior amplio, práctico y bien acabado, y una calidad mecánica sobresaliente en motores, seguridad y comportamiento dinámico. Además, los precios son correctos e incluyen un equipo de serie generoso y completo.
BUENOS PRECIOS Y EQUIPAMIENTO
El Civic 2.2 turbodiésel Sport tiene un precio ajustado e incluye un equipo de serie superior a la mayoría de sus rivales, que refuerza su competitividad: seis airbags, ESP, climatizador y detalles como sensores de lluvia y faros, CD con MP3, alarma... Además ofrece las mejores aceleraciones y consumos, y un diseño más llamativo. Entre los modelos más populares, el Focus y el León son más asequibles. El primero cuesta casi 2.000 euros menos, pero hay que sumarle el ESP (650 euros), los elevalunas eléctricos traseros (300) y el radio-CD (300), que reducen la diferencia. El Seat es 600 euros más barato con un equipo de seguridad similar, y añade el control de presión de ruedas, pero los sensores de lluvia y faros son opcionales (238 euros). Por último, los Golf y Alfa 147 equivalentes son 1.000 y 2.200 euros más caros, respectivamente, con un equipamiento parecido.
ESTILO DEPORTIVO Y PRÁCTICO
El diseño interior combina un estilo muy deportivo y el sentido práctico de los familiares compactos. La deportividad se aprecia en muchos detalles, como el volante y la palanca de cambios, muy llamativos, los pedales metálicos, los adornos cromados y los asientos. La instrumentación se reparte en tres pantallas, una superior con un velocímetro digital, un gran reloj delante del volante para el cuentarrevoluciones y una tercera para otros accesorios encima de la consola central, que integra debajo el equipo de música de forma muy original. Además lleva un botón rojo a la izquierda del volante para arrancar. La carrocería incluye más detalles deportivos, como los picaportes de las puertas traseras, que van camuflados en las ventanillas, el tapón del depósito... Las plazas traseras son muy flexibles y aportan soluciones imaginativas. Así, las banquetas se levantan de delante y se pliegan contra el respaldo de atrás para llevar bultos grandes de pie (muebles, macetas...). También se abaten por partes y dejan todo el piso plano hasta los respaldos delanteros para ampliar el maletero, uno de los más grandes en coches de este tamaño: tiene 456 litros e incluye una trampilla con otro cofre debajo del piso. En la zaga, maciza y deportiva, destacan las dos salidas triangulares de escape y el alerón situado en el centro de la luneta.
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