Rijkaard corrige a Larsson
No fue el mejor partido de Larsson. Pero nada se le puede recriminar porque cumplió su cometido: marcar. Misión que se le exige porque Eto'o se ha ido a golear a la Copa África. Rendido el público al jugador sueco, por el que siente una predilección especial, también fue elogiado por su entrenador. Pero Rijkaard desveló que tuvo que corregir algunos de los movimientos del delantero sueco. "Todos saben que es un jugador de equipo, que se ofrece y devuelve el balón. Le hemos buscado demasiado y, en el descanso hemos corregido esto y le he pedido que no estuviera siempre donde estaba la pelota, porque había pocos espacios, y que pisara más el área", dijo el entrenador holandés.
El Barça no varió su sistema, pero el juego que destiló difirió bastante de lo que habitúa. Causa directa de las bajas en el centro del campo (Deco, Xavi, Motta), la ausencia del camerunés y la inclusión de Larsson.
Larsson no existió en la primera parte. Fue cuando la grada, aunque silenciosa porque le adora en grado superlativo, susurró sus carencias y echó de menos a Eto'o. Aunque descarga bien, Larsson es más estático, apenas se mueve diez metros de su posición y juega al límite del fuera de juego. Eto'o baja metros para apoyar y ofrecer alternativas a los extremos. Larsson, al que no le gusta conducir la pelota -sólo regateó tres veces-, prefiere jugar al toque, pasar de primeras -dio 13 pases acertados, 9 de primeras-. Por eso, por no retener casi el cuero, no sufrió más que una falta en todo el partido. Defensivamente, tampoco es lo mismo alinear a uno que a otro. Eto'o siempre tapa el primer pase, aprieta al defensa despistado. Larsson, que robó un balón, prefiere seguir las jugadas de lejos. Pero el sueco despertó en el segundo acto. Nada más volver del vestuario apareció la mejor versión de Larsson. Esa que dice que es perspicaz para leer las asistencias; que sabe bajar las pelotas -Valdés le buscó en largo- y jugar espléndidamente de espaldas a portería; que es el Lazarillo de Tormes del área con sus diagonales por detrás del defensa; que se mueve con soltura a base de pasos laterales; siempre dispuesto para cabecear; que, incluso, es válido para ser el segundo hombre de la barrera. Hasta el minuto 73, cuando Rijkaard lo cambió y la hinchada le ovacionó. Larsson lleva seis tantos en los 18 partidos que ha disputado, cinco como titular. "La he metido con la rodilla izquierda, con un poco de suerte", respondió el propio Larsson, "pero hay que estar ahí para meterla. A ver si tengo continuidad".
Rijkaard también relevó a Puyol por Belletti (m. 85). El capitán se perdió los primeros minutos de competición oficial en toda la temporada. Rijkaard lo había alineado como titular en todos los partidos oficiales -20 de Liga, dos de Copa, dos de Supercopa y seis de la Liga de Campeones- y en todos había jugado los 90 minutos.
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