Más turistas y peores márgenes
Sobreoferta de plazas y guerra de precios lastran la recuperación de las cuentas de los hoteles
Crece la tarta y menguan los márgenes. La cifra de turistas llegados a España en 2005, 55,6 millones, vuelve a marcar un récord y afianza el liderazgo mundial en esta industria. Las perspectivas para 2006 son además ligeramente optimistas. Unos datos que satisfacen al sector en general y a la Administración ("2005 ha sido un buen año turístico", decía el viernes el secretario de Estado de Turismo y Comercio), aunque como advertía esta semana el vicepresidente ejecutivo de Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), José Luis Zoreda, en vísperas de la inauguración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en este negocio no es oro todo lo que reluce. En Baleares se están cerrando hoteles y algunos de los que se inauguran responden más a intereses inmobiliarios que a una vocación por la hostelería.
En la costa se están vendiendo hoteles a inversores e inmobiliarias que los rehabilitan como edificaciones de apartamentos y viviendas
"Actualmente es más importante ver qué nos dejan los turistas o cómo favorecen el desarrollo del país que contar cabezas", afirma gráficamente el vicepresidente de Exceltur, una organización que agrupa a grandes empresas turísticas (hoteles, agencias de viaje, aerolíneas, etcétera) y que actúa como lobby del sector.
Una opinión no muy diferente, por otra parte, a la expresada el miércoles por Felipe González Abad, director general de Savia Amadeus, la mayor central de reservas de billetes, alojamientos y otros productos turísticos en España y Portugal: "El nivel de madurez al que ha llegado el turismo en España y la sobreoferta existente en nuestro país entraña un riesgo de reducción de márgenes unitarios que al final pueden repercutir en el deterioro del valor del producto turístico. Al analizar las cifras que arroja el sector, no debemos confundir volumen de entradas con rentabilidad".
Menos días y menos gasto
Los turistas extranjeros, según señalan las distintas estadísticas y estudios periódicos del INE, del Banco de España y del Ministerio de Industria, han reducido en los últimos años sus días de estancia promedio en España y el gasto que realizan en el país. Las grandes cadenas hoteleras, por ejemplo, según datos de Exceltur, han podido dejar de ingresar 884 millones de euros en 2005 como consecuencia de la reducción del periodo de estancia de los turistas (en la Costa Blanca, por ejemplo, ha pasado de 12 días en 2000 a 9 días el pasado ejercicio).
Como consecuencia del menor tiempo de estancia y de la guerra de precios que provoca la sobreoferta de alojamiento, el gasto medio por turista en 2005, según previsiones de la citada asociación, ha podido caer en torno al 3,4% en términos nominales, hasta 655,50 euros, y por encima del 6% en términos reales, sin la inflación. La última Coyuntura Turística Hotelera, que elabora el INE, apunta un crecimiento del 4,8% en las pernoctaciones en los 11 primeros meses de 2005, y un crecimiento interanual de los ingresos percibidos por habitación ocupada del 1,5% en noviembre (muy por debajo de la inflación).
El turismo, no obstante, aunque ha reducido en seis décimas su aportación al producto interior bruto, sigue siendo el principal motor de la economía, representa aún el 11% del PIB y ocupa al 12% de los trabajadores. "Hay problemas y una mayor competencia nacional e internacional", reconocen los empresarios, "pero son perfectamente abordables. La situación del turismo en general sigue siendo envidiable. No en vano España es el segundo mercado mundial por número de turistas recibidos, tras Francia, y por ingresos por turismo, tras Estados Unidos".
Prueba de la confianza en el futuro del sector, al margen de la actual coyuntura, son las inversiones que están realizando en apertura de nuevos establecimientos en España, combinados con su expansión internacional, cadenas como Sol Meliá, NH, Iberostar Hotels & Resorts, AC, Husa y la francesa Accor, por citar algunas.
Además, agregan, se está produciendo una cierta recuperación por segundo año consecutivo en el negocio, tras la fuerte crisis que atravesó el sector en los años 2001, 2002 y 2003.
Según el último informe de Perspectivas Turísticas hecho público por Zontur en octubre pasado, la elevada fortaleza del consumo interno en España ha vuelto a ser un factor clave para la moderada recuperación de todos los subsectores turísticos, salvo el transporte aéreo que ha resultado muy perjudicado por los costes del crudo. Extremo que contrasta con el papel que están jugando las líneas aéreas de bajo coste, principales responsables del incremento de los turistas que llegan y del recorte en sus tiempos de estancia.
Subsectores dependientes del mercado turístico, como las agencias de viaje, las de alquiler de coches y las empresas de ocio, han mejorado sus resultados en los últimos meses y su recuperación parece confirmar, según Zontur, un nuevo perfil del turista, que realiza diversas actividades complementarias (culturales, deportivas, de ocio...) dentro de sus viajes.
Según el Balance Hotelero y Turístico de 2005, que realiza la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) a partir de consultas realizadas a sus asociados (engloban más de 8.500 establecimientos con 1,5 millones de camas), "en muchas zonas la ocupación hotelera se está manteniendo e incluso más de la mitad de las asociaciones territoriales consultadas son optimistas y señalan un ligero incremento en la llegada de turistas" a su zona en los últimos meses, debido en la mayoría de los casos a la creciente actividad de vuelos baratos procedentes del extranjero.
La misma encuesta (véase información gráfica adjunta) revela, sin embargo, que el ligero incremento en los niveles de demanda que presentan algunas zonas turísticas no se corresponde con la caída de la rentabilidad que ha percibido el 45% de los encuestados. "El volumen de afluencia turística de extranjeros y españoles", dice el secretario general de CEHAT, Ramón Estalella, "sigue sin asociarse con la deseada recuperación de la rentabilidad en los hoteles, debido en muchos de los casos a un exceso de oferta y a la competencia alegal" de otros alojamientos.
CEHAT y Zontur atribuyen en parte la obligada contención de precios y la caída de márgenes en los hoteles, especialmente en el subsector de mar y playa, a la competencia internacional y a la sobreoferta doméstica de camas. Nuevos países, como Croacia, Bulgaria o Turquía, ofrecen el mismo producto que España, la misma o mayor calidad y además con establecimientos más modernos, que en muchos casos son promovidos y asesorados por las propias cadenas hoteleras españolas.
En el mercado doméstico, explica Estalella, la planta vacacional se ha incrementado un 12% en cinco años mientras que el tiempo de estancia de los turistas se ha reducido un 15% en ese periodo. Hay más camas reguladas y además una gigantesca oferta ilegal o alegal de alojamiento en costa. "El modelo de crecimiento urbanístico en el litoral es insostenible. En este momento hay suelo calificado en municipios de la costa mediterránea, de Baleares y de Canarias, en cantidad suficiente como para triplicar los niveles de urbanización actuales en la zona", señalaba Zoreda en septiembre.
En la costa se están vendiendo hoteles a inversores e inmobiliarias que los rehabilitan como edificaciones de apartamentos y viviendas (casi el 50% de las operaciones realizadas en 2005 responden a este objetivo, según un estudio de la consultora Dyrecto). Y en el interior, con la complicidad de algun ayuntamiento, se están levantando hoteles que responden más a intereses inmobiliarios del promotor que a su vocación por la hostelería (dentro de unos años se transformaran en viviendas y oficinas pero entretanto inflan la oferta de camas).
Una situación que explica que más de la mitad de los hoteleros consultados por CEHAT, un 54%, asegure que está ofreciendo los mismos precios por habitación que en años anteriores y que sigue utilizando, tanto en el interior como en el litoral, la ya instaurada fórmula de "ofertas de última hora". Algo que tiene poco que ver con la solicitud que hizo hace unos meses a estos empresarios el director general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, al reclamarles que subiesen el precio de las habitaciones o al menos que no los bajasen más. Martínez Fraile alertó de los problemas derivados de la guerra de precios en el sector hotelero y lanzó un aviso dirigido al sector y a los operadores turísticos internacionales: "El futuro del sector pasa por convertirse en un destino caro y ofrecer mayor calidad".
Costes normativos
La congelación e incluso el escaso crecimiento de precios de la habitación en algunas zonas turísticas, matiza Estalella, es en realidad un descenso si tenemos en cuenta, al margen del IPC (que se ha incrementado un 3,7% en 2005), que los costes hoteleros se han incrementado sustancialmente en el último año por gastos derivados de nuevas normativas comunitarias y nacionales de índole medioambiental, de seguridad e higiene en el trabajo, o de salud como la nueva ley española contra el tabaco que, señala Estalella, obliga a los empresarios a acometer fuertes inversiones sin ayuda pública alguna para readaptar a las nuevas exigencias sus establecimientos. Y los gastos que suponen para las empresas las tarifas de los nuevos intermediarios virtuales en relación con las tradicionales agencias de viaje o los mayoristas de viajes.
En cualquier caso, resalta el vicepresidente de Zontur, el turista español gasta el doble que el extranjero en sus viajes, está siendo clave en la recuperación del sector en España y está contribuyendo más al crecimiento económico del país. "El problema con el que ahora nos enfrentamos a nivel interno es que cada vez hay más españoles que viajan a otros países, a otros destinos emergentes, y ello nos debe hacer reflexionar sobre cómo actuar para que el español no se nos vaya", señala Zoreda.
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