Un club gana a una selección

La FIFA dio la razón ayer al Saint-Étienne en la pelea que enfrentó el equipo de la Primera División francesa con la selección tunecina por la cesión de su jugador, el defensa Alaeddine Yahia, para la Copa de África que comienza hoy en Egipto.

La Federación Tunecina de Fútbol (FTF) había pedido la la intervención del máximo organismo del fútbol internacional para que revocara la decisión del Saint-Étienne de no ceder a su jugador para la Copa de África. La Federación Tunecina envió una carta a la FIFA en la que pedía la cesión de Yahia al considerar su convocatoria "un caso exepcional".

Según el club francés la demanda tunecina había sido formulada "fuera de plazo" pues no llegó a Saint-Étienne hasta hace cuatro días. "Los reglamentos de la FIFA estipulan que un jugador no puede pasar a disposición de su selección nacional si su club no ha sido informado de la demanda con un mínimo de quince días antes".

Túnez, por su parte, manejaba otra versión y justificaba las premuras de tiempo con la lesión a última hora de Karim Saïdi, que juega en el Feyenoord holandés. La FIFA, sin embargo, escribió en un comunicado que "la convocatoria de un jugador no permite a un club tomar disposiciones para paliar su ausencia sin atenerse al reglamento". Y añadió: "La petición fue formulada fuera de los plazos". El club francés ya cede a la Copa de África a cinco jugadores, dos a Costa de Marfil, otro a la República Democrática del Congo, un cuarto al equipo de Guinea, y el quinto a la selección de Senegal.

El campeonato francés se ve muy distorsionado por la celebración de la Copa de África, del 20 de enero al 10 de febrero, pues esa competición supone que un total de 72 jugadores -la mayoría de ellos titulares de clubes de la Primera división, pero también algunos de Segunda o de divisiones inferiores o no profesionales- desaparezca durante un máximo de cuatro semanas, periodo en el que pueden perserse hasta un total de ocho partidos del campeonato francés, y deje de prestar sus servicios a los clubes que les pagan. Otros equipos, como el Marsella o el Sochaux, también se ven privados de cinco titulares, y otros, como el Lille o el Estrasburgo de cuatro. En total son 32 los clubes afectados por esa "fuga de cerebros" futbolísticos que las selecciones africanas ven como un "retorno".

Las relaciones entre los clubes franceses y las selecciones nacionales son cada día más conflictivas. La gestión de la Federación Francesa de Fútbol no ha ayudado a ello, ya sea por su confusa administración del dinero público, ya sea al tener que afrontar una demanda judicial del Olympique de Lyon a raíz de la lesión de su jugador Eric Abidal, internacional costarricense que se fracturó un pie en un amistoso, precisamente ante Francia. Esta demanda se unía a la querella presentada meses antes por el Charleroi belga, para exigir que la FIFA corriese con los gastos ocasionados por las lesiones que sufieran futbolistas prestados a las selecciones.

La Copa de África, por el mero hecho de celebrarse cada dos años en vez de cada cuatro, como la Eurocopa, también irrita a los clubes, que consideran que sus intereses no son respetados por organizaciones de dudosa profesionalidad. En el caso de Yahia el enfado es mayor, pues interviene también el hecho de que el seleccionador de Túnez sea Roger Lemerre, que dirigió a la selección francesa en el Mundial 2002, con nulo éxito, para después ganar la Copa de África en 2004.