Ingresa en prisión la madre de la niña atropellada en Sevilla
María Luisa Cortés, madre de la niña atropellada el domingo en Sevilla, ingresó ayer en prisión imputada por supuesta complicidad en la muerte de Gaspar García, el conductor al que mató a tiros supuestamente el padre de la pequeña, Ricardo Suárez, que continúa huido. Ángel Montoya, tío de la niña, salió en libertad, pero tendrá que presentarse en los juzgados.
La fiscalía pidió a la juez que investiga los hechos, María Dolores Sánchez, que dictara auto de prisión para María Luisa Cortés después de que cuatro testigos protegidos declararan que ella impidió a la víctima salir del coche para auxiliar a la pequeña, de siete años, mientras el padre de la menor cogía la pistola.
La madre de la niña atropellada se ratificó en que vio "inequívocamente" cómo su ex marido disparaba, según detalló su abogado defensor, Javier del Rey. Sin embargo, negó que obstaculizara a García. "En ese momento tenía a su hijo de tres años en brazos y corrió a coger también a la niña, que estaba tumbada en el suelo inconsciente y echando sangre por la boca, con lo que difícilmente podría haber tapado el paso de la víctima", concluyó el letrado.
La mujer, según fuentes judiciales, está separada de su marido y acudió a la puerta del albergue de la calle de Isaac Peral, donde estaba albergado su marido tras un tiroteo en el que se vio implicado días antes. Su intención era recoger a sus hijos, quienes habían pasado el fin de semana con la familia paterna. "Los niños estaban en el albergue con su padre. La niña salió corriendo hacia su madre, que estaba en la acera de enfrente, cuando se cruzó el coche que la atropelló", explicó el letrado.
Javier del Rey anunció que recurrirá el auto de prisión. "Ricardo [el padre] es el que hace las cosas y todo lo demás es marear la perdiz. Lo mejor que puede hacer, por él y por su familia, es entregarse", añadió.
La juez puso en libertad a Ángel Montoya, pero deberá comparecer cada 15 días en los juzgados. Montoya fue detenido cuando se disponía a usar la furgoneta en la que presuntamente huyó Ricardo Suárez.
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