Ojos de Brujo y Bersuit, lo más completo de Actual

La noche del sábado era la más esperada por la llegada de Ojos de Brujo a Actual 2006, de Logroño, para presentar en exclusiva (sale a la venta el 20 de febrero) su último disco, Techari. Completó el cartel la formación argentina Bersuit. Techari significa libre en lenguaje caló. "No quiere decir que lo seamos, pero sí que lo intentamos a menudo", proclamó la voz femenina de Ojos de Brujo, Marina, a la hora de presentar el nuevo disco. Ellos abrieron el concierto y desataron una histeria de danza y palmas. Fieles a su estilo, los barceloneses fusionaron el flamenco y los ritmos urbanos para completar una actuación redonda. A pesar de ser una noche de juerga, todo sonaba bien ensamblado, sin estridencias ni salidas de tono. Se notó que detrás había muchas horas de trabajo. Los temas en los que Panko y Marina compartieron scracht en el centro del escenario fueron los más aplaudidos. Y al final, el público pidiendo más y los artistas mirando de reojo a los organizadores, siempre pendientes del corsé horario. No faltaron dos bises a la carrera y un tercero, inesperado, con las luces ya encendidas, en el que Marina, La Canillas, se despidió con un tema a capela, transgrediendo todos los límites de hora, pero con esa manera tan dulce que tiene de ser que parece que te está pidiendo perdón mientras hace lo que le sale del corazón. Fue genial.

Y después, Argentina en estado puro: el fútbol, Maradona, los psicoanalistas, el diván, la mala fama de los porteños y el reconocimiento a los luchadores por la libertad. Todo eso y más contenía la propuesta rockera de Bersuit. Siguieron la fiesta, los saltos y las palmas con las canciones de su octavo disco, Testosterona. Provocativos, irónicos, sátiros, capaces de reírse de ellos mismos para luego hacerlo de los demás, por momentos parecía una actuación de sus geniales compatriotas Les Luthiers. Antes, por la tarde, una propuesta paralela a los conciertos nocturnos con El Lebrijano, acompañado por el siempre enigmático sonido del violín de Facial Kourrich.