Alemania suprime el cupo de extranjeros pero fija 12 nacionales por club

En consonancia con lo que propugna la FIFA, la Liga Alemana de Fútbol (DFL) ha decidido reformar las normas que regulan la composición de las plantillas. En la Bundesliga se suprimirá el cupo de extracomunitarios y el número de extranjeros será ilimitado. Eso sí, a cambio todos los clubes profesionales estarán obligados a tener al menos a 12 jugadores alemanes en nómina, anunció ayer la DFL.

A partir de la próxima temporada, los clubes tendrán que contratar a por lo menos cuatro jugadores de nacionalidad alemana y formados en las canteras de clubes alemanes. A partir del curso 2007/2008 a seis, la siguiente campaña a ocho y en la 2009/2010, a doce. Además, la mitad de estos jugadores deberá tener entre 15 y 21 años y necesariamente tendrá que haber jugado al menos tres partidos en un equipo filial.

En definitiva, el fútbol alemán ha decidido abrir sus fronteras a todo el planeta, no sólo a los comunitarios, al tiempo que pretende equilibrar este aperturismo con un mayor reforzamiento de sus canteras. La medida ha creado enorme controversia en el fútbol alemán. Muchos sospechan que los grandes clubes, caso del Bayern o el Werder Bremen se inundarán de jugadores foráneos. Los defensores de la norma sostienen que al imponerse un cupo de jugadores nacionales la selección saldrá reforzada. Klaus Allofs, directivo del Werder Bremen, se mostró partidario de la abolición del cupo de extranjeros: "Rechazamos cualquier limitación". Hasta la pasada temporada pasada los clubes alemanes podían contratar a cinco futbolistas no comunitarios, cifra que en este curso se ha rebajado a cuatro e incluso estaba previsto reducir el cupo a tres la próxima campaña. Algunos equipos se rebelaron entonces y la revuelta ha dado ahora sus frutos. El gerente del Schalke, Wolfgang Holzhäuser, opinó en aquel momento: "El interés de la liga debería de concentrarse en disponer de los mejores jugadores y no en que sean alemanes".