"He pagado caros mis errores"
En su estreno madridista, Cassano dice que quiere "mejorar" su carácter
Antonio Cassano sonreía. Emilio Butragueño, vicepresidente del Madrid, leía sus papeles. Cassano sonreía. Los directivos se arremolinaban frente al mediapunta con una camiseta blanca en las manos. Cassano sonreía. Dos niños, en la pugna por alcanzar un balón lanzado por el italiano, se estampaban contra el cemento del Bernabéu. Cassano, que no los veía, sonreía mientras lanzaba la pelota a los 200 aficionados arremolinados en la grada. Cassano sonrió durante las dos horas de su presentación como nuevo jugador madridista -ha firmado hasta 2010, a cuatro millones de euros por temporada-. Sólo dejó de sonreír cuando se le preguntó por su carácter, su mal carácter, y cuando se le recordó el deterioro de su relación con Totti, su ex compañero del Roma. Fue la primera presentación de un fichaje blanco en la que no estuvo presente el presidente, Florentino Pérez.
Presentado como un chico "joven, pero curtido en la competitiva Liga italiana", Cassano se sentó por primera vez ante la prensa tras más de un año de silencio. Fue discreto y amable. Con un cierto sobrepeso que achacó a que lleva "veinte días parado", reconoció que debe "mejorar a nivel humano" y que eso, pulir su carácter, es una de las cosas que pretende en su recién estrenada etapa como madridista. "He pagado muy caros mis errores del pasado en mi propia piel", explicó sobre su polémica actitud en el vestuario romano. Acerca de su tormentosa salida del club italiano comentó que "todos los divorcios son desagradables y hay responsabilidad por las dos partes".
Pero el grueso de su discurso, al margen de alabar a su nuevo club, "el mejor del mundo", fue para rememorar y desmenuzar su relación con Fabio Capello, ahora técnico del Juventus y con quien coincidió tres años en el Roma: "Con Capello la relación no era la típica de un entrenador con un jugador, sino la de un padre con su hijo. Me abroncaba, pero también me daba los mejores consejos. Mis mejores recuerdos como futbolista coinciden con los años que estuve con él". El delantero, que subrayó su agradecimiento hacia él, insistió en que quien obtuvo de él su "mejor rendimiento" fue el preparador italiano. "Sabía cuando debía castigarte y cuando debía premiarte", prosiguió en su alabanza al que fuera entrenador blanco en 1997. Sin embargo, Cassano, ayer bastante políticamente correcto, además de sonriente, recordó que no sabe qué sucederá en el Madrid en el futuro, pero que el técnico blanco ahora es Juan Ramón López Caro. Un preparador a quien conoció en la tarde de ayer, en su primera práctica.
El jugador se zafó de definirse futbolísticamente y aseguró que le da igual jugar de única referencia en el ataque o de segundo punta. "Eso debe decidirlo el entrenador", afirmó. Cassano, y eso no es frecuente, admitió que le gusta el término de galáctico, aunque precisó que debe ganárselo en el césped.
Sobre sus conocimientos de la ciudad de Madrid fue muy escueto: "No sé nada. Nunca he estado por vacaciones y llegué anoche [la del martes]. No he visto nada todavía". Respecto a sus compañeros comentó que son "los mejores jugadores del mundo" y citó expresamente a "Zidane, Raúl, Ronaldo, Roberto Carlos y Beckham". Unos futbolistas con los cuales, según Cassano, el Madrid podrá "alcanzar al Barcelona en la Liga", además de estar "convencidísmo" de ganar otros títulos esta misma temporada. "No debemos temer a nadie", retó el mediapunta.
Mientras tanto, la Federación Española ya ha recibido de la Confederación Brasileña los documentos del lateral Cicinho, según informa el club blanco. Así, el futbolista podrá jugar ante el Villarreal el próximo domingo si López Caro lo estima oportuno.
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